El estadounidense se convirtió en el último tiempo en un dolor de cabeza para el equipo. Los nombres que también sonaron para ocupar su lugar.
Argentina volverá a estar en la primera plana del automovilismo mundial de la mano de Franco Colapinto. Correrá con Williams en la Fórmula 1 y cortará con una racha de 23 años sin la presencia de un piloto argentino en la máxima categoría. Pero para que su llegada se diera, la escudería inglesa tuvo que echar al estadounidense Logan Sargeant, que el fin de semana pasado protagonizó un fuerte accidente y colmó la paciencia en el equipo.
El golpe del Williams número 2 se dio en la tercera práctica de entrenamientos libres de la F1 en Zandvoort, parte del Gran Premio de los Países Bajos. Con la pista muy mojada, Sargeant salió a girar y no tardó en mandarse una que le costaría su asiento en el equipo.
Cuando solo habían transcurrido 14 minutos de actividad, el estadounidense se excedió en la curva 3, pisó el césped con el neumático delantero derecho y perdió el control de su FW46, que hizo un semitrompo y se estrelló violentamente contra las vallas metálicas. “¿Estás bien?”, le consultaron inmediatamente a través de la radio. “Estoy bien”, respondió el norteamericano. “Eso es lo que importa. El auto está ardiendo, así que deberías saltar. Saltá, el auto está en llamas en la parte trasera”, le advirtieron.
Efectivamente, el vehículo, que había quedado atravesado en la pista después del impacto, comenzó a incendiarse. El piloto consiguió salir ileso y regresó caminando a los boxes, sin necesidad de ser asistido. Enseguida empezaron a flamear las banderas rojas, por lo que la actividad se detuvo. Recién 45 minutos después se reanudaría, pero ya casi sin tiempo para que el resto pudiera girar previo a la clasificación.
El auto quedó visiblemente destruido y aunque no tuvo daños estructurales, no pudo participar unas horas después de la tanda que definió los puestos de largada del Gran Premio.
Logan Sargeant’s FP3 ended in dramatic fashion 💥#F1 #DutchGP pic.twitter.com/KHAWj5K4Fh
— Formula 1 (@F1) August 24, 2024
Eso significó una noticia especialmente mala para Williams, ya que el coche que Sargeant estrelló contaba con una serie de piezas mejoradas, una inversión muy grande que hizo el equipo y que podía significar un salto de calidad. De hecho, Alex Albon, su compañero, logró meterse en el octavo lugar de la clasificación, aunque luego fue descalificado por irregularidades en el piso del auto.
Diferentes reportes indican que el accidente a la escudería inglesa le costó poco más de 1.700.000 dólares, lo que supone un fuerte dolor de cabeza para uno de los equipos que más ajustado está en cuestiones de dinero y que pretende pegar un salto tras confirmar al español Carlos Sainz para la temporada 2025.
Y para Sargeant se volvió una (mala) costumbre la de romper los autos. De hecho, fue el piloto que más gastos por roturas generó en 2023 en toda la parrilla de la F1, con un total aproximado de 4.333.000 dólares. Y ahora pasó a liderar la lista de este año.
Toda esa situación generó la furia de James Vowles, director del equipo Williams, que no lo ocultó al hablar con un medio alemán: «100 personas han trabajado durante semanas en nuestra gran actualización y se han dejado la piel para que pudiéramos alinear dos coches con las nuevas piezas. Y todo se va al demonio en un segundo. Fue un accidente innecesario. No se pueden correr riesgos en la tercera sesión de entrenamientos bajo la lluvia. No quiero tomar una decisión emocional ahora».
La decisión no la tomó en ese momento, pero ya era cosa juzgada. Sargeant tenía las horas contadas desde hacía tiempo. Incluso ya sabía que no tendría espacio en el equipo en 2025 y que las puertas en el resto de la parrilla también estaban cerradas. Finalmente pudo disputar el GP de Países Bajos y lo hizo sin sobresaltos. Aunque también sin grandes resultados. Fue el último para él, al menos por un tiempo.
A quiénes le ganó Colapinto la pulseada por subirse al Williams
Con los rumores de la salida de Sargeant casi asegurada, comenzaron a sonar diferentes nombres para subirse al segundo auto de Williams, al menos para el GP de Monza que se disputará el próximo fin de semana. Uno de ellos, el que despertó la ilusión de los argentinos y que generó una fuerte movida en redes sociales, fue el de Franco Colapinto. Pero había otras opciones dando vuelta.
El primero que sonó fue el de Andrea Kimi Antonelli, el italiano de apenas 18 años que compite con el argentino en la Fórmula 2 y que tiene todos los boletos para manejar el Mercedes que dejará libre Lewis Hamilton el año que viene. Pero rápidamente fue Toto Wolff, jefe del equipo multicampeón, el que le bajó el pulgar: prefiere que no salte pasos y siga su desarrollo en lo que queda de temporada. De hecho, este fin de semana se subirá al auto de George Russell para probar durante el primer entrenamiento del viernes.
De la mano de Wolff comenzó a sonar otro nombre, también asociado a Mercedes, y con un apellido ilustre. Era el de Mick Schumacher, hijo de Michael, y con una experiencia previa de dos temporadas manejando un Haas como piloto titular. Parecía una opción fuerte, pero finalmente no prosperó. Quizás haya tenido que ver el historial del joven alemán, también muy criticado en su paso por la F1 por romper más autos de lo normal.
Felipe Drugovich (piloto reserva de Aston Martin) y Liam Lawson (con contrato con Red Bull) también sonaron. Pero finalmente fue el argentino Colapinto, quien pertenece al programa de desarrollo del equipo fundado por Frank Williams, el que se ganó el lugar.
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