Ayer, efectivos de la Policía Federal cuestionaron algunos puntos de las pruebas odorífica que hizo la Policía de Salta y marcaron puntos llamativos en el informe del CIF.
El juicio por el crimen de Darío Monges ingresa en la etapa final. Ayer hubo una tensa jornada en el Tribunal Oral Federal Número 1 y se confirmó que el próximo martes declararán los imputados del crimen, Roberto Catalino Bejarano y sus hijos Santiago y David. Luego, el 21 de noviembre, la Fiscalía, a cargo de Eduardo Villalba, alegará y la Defensoría Oficial, dirigida por Clarisa Galán, lo hará el 28.
Ayer, efectivos de la Policía Federal, testigos de la Defensa, cuestionaron aspectos puntuales de los informes del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) y señalaron cuestiones que «llamaron la atención» en la prueba odorológica realizada por la unidad de la Policía de Salta.
Pedro Tiberio, jefe del Gabinete de Odorología de la Policía Federal Argentina, explicó detalladamente cómo se llevan a cabo las pruebas odorológicas, que incluyen la recolección de muestras mediante gasas, hisopos o prendas de ropa, las cuales luego se almacenan en frascos de vidrio herméticos. Tiberio subrayó la importancia de trabajar en «binomio», es decir, un adiestrador con su perro, para asegurar que se tenga en cuenta si el animal está estresado o fatigado al momento de realizar las pruebas.
Sin embargo, Tiberio cuestionó la metodología empleada en Salta durante las pruebas odorológicas en este caso. Afirmó que, según los videos que revisó, no se utilizó la técnica de binomio correctamente. Tuvo un cruce con el fiscal Villalba, quien aseguró que la instructora Marilú Vázquez, de la Policía salteña, había confirmado su uso. El perito también señaló que uno de los perros se sentó dos veces ante la muestra de un testigo, lo que generó dudas.
Además, Tiberio afirmó que no se puede determinar de manera concluyente la posición exacta en la que se encontraban los Bejarano dentro del vehículo, ya que factores como el aire acondicionado, la apertura de ventanillas y la circulación del aire pueden dispersar las partículas de olor. El equipo de la Fiscalía lo cuestionó, señalando que Tiberio desconocía esa información.
A fines de octubre, Vázquez afirmó, en base a la prueba odorífera, que la muestra tomada en el asiento del acompañante correspondió a David Bejarano, mientras que la del asiento trasero izquierdo se correspondió con Santiago Bejarano y la del medio del asiento trasero, con Catalino Bejarano.
La jornada continuó con los testimonios de Patricio Leyenda, de la Unidad Criminalista de Alta Complejidad de la PFA, y Noelia Chena, perito en balística. Ambos peritos tienen una vasta experiencia: Leyenda intervino en casos mediáticos como los de Ángeles Rawson y Santiago Maldonado.
Leyenda destacó la presencia de guantes de plástico negro en la camioneta Ford Escort blanca de Monges como un hallazgo que le llamó la atención. Asimismo, señaló la confusión en los informes sobre la ubicación de una botella de cerveza, que fue reportada en diferentes documentos como encontrada tanto dentro como fuera del vehículo.
Leyenda advirtió que un grupo de perfiles genéticos no fue identificado. Además, afirmó que el rastro genético de David Bejarano hallado en el volante y en la palanca de cambios era una mezcla.
Según Chena, el ataque con un arma calibre .25 podría haber provenido desde el lado izquierdo del vehículo. Los testimonios concluyeron con la afirmación de que Monges fue trasladado desde el asiento del acompañante, ya sea por fuera o por dentro del vehículo.
Fuente: El Tribuno
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