La joven de 26 años contó que lo conoció al jugador cuando jugaba en Colombia y que él le pidió ir juntos a Argentina, cuando fue transferido a Boca Juniors.
Ella dijo que primero comenzaron «los insultos y los empujones» y que ella no lo veía como «algo malo». «Con el tiempo, empezaron a surgir comportamientos más duros, se transformaba con el alcohol, las agresiones, los insultos», añadió.
En su interrogatorio, el fiscal le preguntó cuál era el motivo por el que Villa actuaba así, a lo que ella dijo que podía ser «una foto en Instagram que publicara, o un escote o cualquier comentario».
También dijo que la empleada doméstica, de nombre Edith, fue testigo de esas situaciones y que la vio con «moretones» o «llorando», y que ella le contó lo que le hacía Villa.
«Había días que no podía hablar con mi madre o mi hija porque tenía la cara marcada, no era capaz de disimular», señaló.
En tanto, dijo sobre la convivencia que tenían en el barrio Saint Thomas de la localidad de Canning: «Tomaba y me agredía, yo ya no aguantaba. Eran muchos sucesos».
Cortéz dijo que el 27 de abril de 2020 tuvieron una fuerte discusión sobre quien se iba a vivir a Puerto Madero a raíz de una crisis profunda en la pareja.
«Ahí él dice que si no me iba empieza hacer daño a mí y mi familia y lo empiezo a grabar», recordó.
Fue en ese momento que ella dijo que «Villa le pegó en la frente» un puñetazo con un anillo que portaba en una de sus manos, y que luego le dio «patadas» en varias partes del cuerpo. Cuando la mujer relataba el episodio, Villa negaba con la cabeza.
Cortéz aseguró que luego del episodio no tuvo más contacto con Villa y luego se volvió a Colombia.
«Acá también le había hecho una denuncia en Medellín por maltrato y al tiempo que la radiqué, él y yo volvimos, regresamos porque me pedía perdón», informó durante su declaración. (NA)
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