La media histórica de precipitaciones en Salta es de 26 milímetros El fenómeno climático La Niña haría que las lluvias se activen en noviembre.
Mientras algunos vecinos capitalinos están preparando un recurso de amparo colectivo ante la Justicia para que se obligue a Aguas del Norte a buscar una solución al pésimo o nulo servicio de agua potable, la empresa estatal insiste que los cortes de suministro se deben a las pocas precipitaciones que hubo durante este año, lo que impide llenar las cisternas. Además, aseguran que los pozos de agua también están fallando ya que las napas están en un mínimo nivel.
Para esta época la escasez es notoria, lo que lleva a que Aguas del Norte comience a restringir el abastecimiento y realizar cortes en numerosos barrios de la capital, especialmente en el horario nocturno. Las zonas oeste, centro y norte son las más complicadas, en donde los vecinos muestran su malestar y su preocupación, ya que todo esto se da en pleno contexto de pandemia y brote de salmonella.
El presidente del directorio de Aguas del Norte, Luis María García Salado, le dijo a El Tribuno en una nota publicada el 27 de octubre, que la falta de agua se «ha acrecentado» por la mayor sequía. En lo que va de octubre llovieron 1,4 mm, mientras que la media para este mes es de 26 mm. Los datos aportados por el especialista Edgardo Escobar, que trabajó en el Servicio Meteorológico Nacional, avalan los dichos de García Salado, sin embargo es obligación de la empresa prestadora del servicio encontrar una solución.
«Estos famosos 26 mm son un poco mentiroso porque eso es un promedio. Si nosotros vamos a 40 años atrás, sabemos que estos meses, son meses con temperaturas altas con pocas precipitaciones, es muy normal esto. Pero hubo años, con anomalías, que precipitaron hasta 110 mm, que es un récord en las últimas cuatro décadas y eso hace que la media se eleve bastante. Pero si vamos año a año, hay muchos más en lo que ha precipitado 13 mm», expresó.
Lluvias, en noviembre
El reconocido especialista en agroclimatología, Eduardo Sierra, comentó que la provincia está atravesando el fenómeno climático La Niña, por lo que es probable que las lluvias se activen durante noviembre en forma temprana. Sin embargo, el proceso de normalización del servicio de agua no va a ser instantáneo, y recién en diciembre se notaría la mejora.
«Esto era común en noviembre en la década del 70, cuando todavía no se habían construido los grandes diques, y ahora va a volver a ser común, porque la capacidad es la misma y la población y el uso crecieron mucho. Además, ya casi todos los lugares donde se podían hacer diques se utilizaron, y aunque se empezaran otros, para que estén en servicio tendrían que pasar años», expresó el especialista.
Este verano, se estima que el fenómeno climático de La Niña provoque precipitaciones para el Valle de Lerma que estén entre lo normal o levemente superior. «Tenemos que ir viendo como es el comportamiento de las aguas en las costas de Chile», agregó Escobar.
Salta está atravesando un período de pocas lluvias y ya viene con un déficit de los meses anteriores. Por ejemplo, la estadística que mostró Escobar data que en 2018 en la ciudad precipitó 74,9 mm, que significó un año récord para la provincia. Los años siguientes estuvieron en la media. En 2019 llovieron 10,1 mm y mientras que en 2020, 7,7 mm y en lo que va de octubre, 1,4 mm.
«Estamos en un mes con muy pocas precipitaciones. Ahora se espera, viendo los modelos y los pronósticos, que va a empezar aire cálido desde el norte, producto de un sistema de alta presión que está en la zona del océano Atlántico, con temperaturas bastante altas. Se espera que a partir de mañana (por hoy) se empiece a inestabilizar que pueden generar algunas tormentas con algunos chaparrones aunque hay una baja probabilidad», expresó.
El domingo por la tarde es cuando se espera que la probabilidad de precipitaciones sea mayor y que se extienda hasta el martes. Vamos a comenzar noviembre con inestabilidad que pueden traer estas precipitaciones y tormentas.
Entender la sequía
Edgardo Escobar comentó que para entender este déficit de lluvias hay que mirar un poco al pasado y ver cómo fue el verano con respecto a las precipitaciones. Sabemos que unas buenas precipitaciones en el verano pueden mantener las napas y los pozos con la suficiente cantidad de agua.
«Desde el verano pasado, empezando diciembre del 2020, se esperaba un fenómeno de La Niña que se caracteriza por tener precipitaciones entre lo normal o levemente superior, pero llegó diciembre y había una sequía, la lluvia tardaba en llegar. Con este modelo, hemos tenido un déficit de unos 50 mm menos», finalizó.
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