Un funcionario estadounidense para la región dijo que espera una posición unida de condena del régimen de Ortega en la OEA. Cancillería manifestó “no injerencia” en los asuntos nicaragüenses.
Estados Unidos dijo este martes que los países que no condenaron los controvertidos comicios del domingo en Nicaragua, como es el caso de Argentina, deberían dar explicaciones ya que el resto denunció que las elecciones carecen de legitimidad y es claro que el proceso electoral fue «una farsa»
En una conferencia de prensa sobre las controvertidas elecciones del domingo en Nicaragua, que dieron como ganador a Ortega con el 75% de los votos, Roberto Zuniga, secretario adjunto principal del Departamento de Estado estadounidense para la región, dijo que los comicios fueron una “farsa”. Calificó de «dictadura dinástica» al régimen y dijo que analizan sanciones a funcionarios.
El régimen de Ortega y su vice y esposa Rosario Murillo encarcelaron a los principales candidatos opositores y son acusados internacionalmente por violar los derechos humanos. El presidente Joe Biden calificó de “pantomima” los comicios, como también la UE y la mayoría de los países de la región y la comunidad internacional.
La Argentina no condenó los comicios y ratificó el principio de no injerencia en los asuntos internos de los países, una postura que compartió con Bolivia y Venezuela, entre otros. Es la posición que suele mantener en los organismos internacionales sobre Nicaragua, aunque sí se ha manifestado en otros conflictos en países como Chile o Colombia.
Consultado sobre la posición particular de esos países, Zuniga señaló que “lo importante es preguntar a esos gobiernos una explicación de ese voto, creo que quedó muy claro por parte de muchas declaraciones a través de toda la región que condenaron las elecciones del 7 y subrayaron que carecen de legitimidad o credibilidad”.
Zuniga puso el foco también en la Asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se inaugura mañana en Washington y que debatirá la situación en Nicaragua.
“La región debe promover la rendición de cuentas del gobierno de Ortega y Murillo. Y pedir respeto a la Carta Interamericana”, dijo Zuniga. Y señalo que hay que iniciar “un proceso para la adopción de medidas adicionales” al amparo de la Carta. “Los países de la OEA deben exigir juntos la restauración de la democracia en Nicaragua y la liberación de los presos políticos”, añadió.
“El gobierno de Ortega es una amenaza para el pueblo de Nicaragua. Es un asunto que nos afecta a todos. No es una cuestión de la política estratégica de EE.UU. sino que ese deterioro del apoyo de la democracia nos afecta a todos porque debilita el consenso a favor de la democracia de tantos años”, dijo el funcionario de Biden.
“Todos los países tienen problemas que tienen que resolver, nosotros apostamos a que la democracia es la mejor forma de atender a los problemas que afectan a los pueblos. Cuando vemos lo que sucede en Nicaragua nos llama la atención para señalar que no es aceptable que se elimine un estado democrático dentro de las Américas”.
La Carta establece una pena máxima de expulsión de la OEA de un país que no sea democrático. “La expulsión de un país de la OEA es un asunto muy grave, pero pensamos que es importante presentar los acontecimientos, los hechos que hemos visto y tener mucha claridad dentro del organismo sobre quien está en el poder en Nicaragua y a quienes estamos pensando ayudar”, dijo Zuniga.
El funcionario fue muy enfático al calificar al régimen de Ortega como una “dictadura” y a Nicaragua como un país donde hoy “reina el miedo”. Ha pasado de ser una democracia frágil a convertirse en un gobierno autocrático. “Una dictadura dinástica dirigida por una familia al igual que la dictadura de Somoza que fue derrocada por los sandinistas».
El funcionario dijo que Estados Unidos evalúa “medidas diplomáticas y económicas que para que el gobierno de Ortega rinda cuentas” y que buscan utilizar la ley RENACER, aprobada recientemente de forma bipartidista en el Congreso de EE.UU., que facilita tomar medias contra “actores nicaragüenses corruptos” y abusadores de derechos humanos.
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