La vuelta a las aulas será organizada de acuerdo a la realidad de cada establecimiento. En algunos casos los chicos podrán ir todos los días. Se seguirá trabajando de forma virtual.
La directora y maestra Angélica Corbalán, de la escuela 7 de Mayo de Salar de Pocitos, se reunirá este jueves con los padres de sus 19 estudiantes para informarles que a partir de este lunes deben enviar a sus hijas e hijos al establecimiento primario de jornada completa, ubicado en un poblado a 110 kilómetros más arriba de San Antonio de los Cobres.
A ella, y a colegas de otras escuelas de régimen de verano que funcionan en el departamento Los Andes les informaron el lunes pasado sobre la decisión del Ministerio de Educación de Salta. El martes, la comitiva encabezada por la secretaria de Gestión Educativa, Roxana Celeste Dib continuaba su recorrida, ese día se reunió en Cafayate con directivos de San Carlos y luego de La Poma, donde también hay escuelas de verano.
«Se está organizando todo para que se puedan iniciar las clases presenciales a partir del 25», señaló Celeste Dib. Reafirmó que se va a trabajar en grupos y que los docentes han ido definiendo esto de acuerdo a los espacios de las aulas, respetando el distanciamiento de un metro y medio entre estudiantes.
Precisó que en las escuelas albergues los chicos estarán 15 días en la institución y 15 días en sus casas, pero en aquellas que tienen pocos alumnos y espacio disponible se podrán organizar clases presenciales todos los días.
Es obligatorio
«Ya es un hecho el regreso, está programado para el 25. En algún momento se había dicho que iba a ser opcional, que el papá decida si quería mandarlo o no, pero ahora se impuso de que no tienen opción de no ir, es obligatorio», comentó la directora Corbalán.
La vuelta a las aulas será gradual, organizada en grupos, días y horarios, de acuerdo a la realidad de cada establecimiento. También, es importante saber, que los docentes continuarán trabajando a través de la modalidad virtual, como lo vienen haciendo en el marco de la pandemia del coronavirus.
En la escuela de Salar de Pocitos seguramente la cosa será más sencilla que otras instituciones porque tiene pocos alumnos, de todas maneras implica una organización estricta.
«En mi caso, yo soy personal de riesgo, la maestra va dar clases presenciales a su grupo de 10 niños lunes, miércoles y viernes, y los míos, irían martes y jueves para que ella los acompañe con las actividades que yo deje», comentó la directiva rural.
Hay 19 establecimientos con régimen de verano en la provincia que tienen clases en enero y febrero, cuando los chicos del régimen común (que son la mayoría del sistema educativo) están de vacaciones, y descansan en junio y julio por la crudeza del invierno. Iniciaron el ciclo 2020-2021 en agosto pasado y por estos días transitan el segundo trimestre.
De acuerdo a datos proporcionados por el Ministerio de Educación de Salta, unos 1.100 niños estudian en medio de los cerros salteños en 12 escuelas primarias (cuatro de ellas albergues), 796 cursan su secundaria en cuatro establecimientos (uno de ellos albergue) y 77 en una técnica. Otros 77 son alumnos del nivel superior y 67 adultos terminan sus estudios primarios.
Vale recordar que en un primer momento Educación había barajado la posibilidad de que los chicos de estas escuelas puedan volver a las aulas el 4 de enero pasado, después del receso escolar por las fiestas de fin de año, pero finalmente eso no ocurrió.
La apertura y la vuelta a la presencialidad se da luego de la visita del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, que la semana pasada le dijo a El Tribuno que «no es condición indispensable la vacunación para iniciar el ciclo lectivo” y que “con protocolos adecuados todo el país está preparado para clases presenciales».
Lo cierto es que la experiencia de las escuelas de verano, cinco de ellas con albergue, le servirán al Ministerio local para replicar o corregir en el período común que empieza el 1 de marzo en la provincia.
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