El Presidente habló luego de que Pedro Sánchez confirmara que la embajadora en el país, que había sido llamada a consulta, no regresará a Buenos Aires.
Javier Milei habló este martes en LN+ luego de que desde el gobierno de España decidieran retirar de forma definitiva a la embajadora en la Argentina, María Jesús Alonso, tras la tensión generada con la administración del socialista Pedro Sánchez luego de que en un acto en Madrid el libertario tildara a su esposa de “corrupta”.
“Los socialistas son capaces de hacer cualquier cosa”, afirmó el jefe de Estado y tras ello sumó que lo anunciado por el gobierno socialista es “un disparate propio de un socialista arrogante”. Asimismo, al ser consultado sobre si la Argentina está dispuesta a tomar una medida similar en respuesta, remarcó: “No”. “Si Sánchez está cometiendo un error mayúsculo, yo no voy a ser semejante imbécil de repetirlo. Vamos a mantener todo como hasta ahora, los que no están a la altura de la política internacional son ellos”, agregó.
El Presidente también se refirió a su frase sobre la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, y dijo: “Se sintió aludido, por lo cual es su problema, era una frase que no contenía nombres. A partir de ahí hace una escalada diplomática sin sentido”. Además, indicó que los cruces entre ambos países comenzaron cuando varios de los ministros del Palacio de La Moncloa lanzaron duras críticas hacia su persona; incluso, uno de ellos, el líder de la cartera de Transporte, Óscar Puente, lo acusó en un evento de su partido de consumir drogas.
A continuación, insistió en las críticas al socialismo al resaltar que su par español “cree que es el Estado”. “Esto mancha la imagen internacional de España y lo arrogantes que son como creerse que son el Estado y que nadie puede decirles nada”, añadió.
De esta forma, acusó a Sánchez de “llorar interferencia política” por su visita a un acto de la oposición en España y de “mandar a mujeres a agredirlo”. “Hizo campaña para [Sergio] Massa abiertamente y no solo eso, sino que además, cuando ganamos, no tuvo el decoro de llamarme por teléfono”, cuestionó y siguió: “Parece que la democracia es solo si ganan los ‘rojitos’ como él. Debe estar muy contento con Venezuela, con Cuba y con Corea del Sur, esos lugares le deben caer bárbaro”.
“Se me dijo ultraderechista -que para ellos es nazi-, xenófobo, fascista, anticiencia, una catarata de insultos que manejan los socialistas y que son falacias que nunca pueden probar. Cuando uno no adhiere a los puntos que sostienen como dogma, vas a ser descalificado”, dijo y lanzó una contundente acusación: “Detrás de todo esto está el kirchnerismo, porque el asesor de Sánchez es Alberto Fernández. Ellos pueden insultar a todo el mundo, decir cualquier cosa y yo me tengo que quedar callado. ¿Dónde dejo mi dignidad?”.
Luego de considerar que Sánchez se convertirá en “el hazmerreír de todo el mundo”, Milei indicó que toda la controversia y las decisiones del gobierno español están siendo “alentadas por el kirchnerismo para generar problemas internos”. “Intentan sabotear a gobiernos que no son de su paladar. Por el complejo de inferioridad que tiene Sánchez sobre mi persona, que el psicólogo que me recomienda Alberto se lo pase a Sánchez para que madure y que también le recomiende un buen abogado a Begoña”, cuestionó.
También se refirió a la advertencia del mandatario español de presentar este conflicto ante la autoridades de la Unión Europea (UE): “Que lo lleve a donde quiera. Va a quedar más ridículo porque todo el mundo entiende qué pasó”.
La respuesta del Presidente llegó minutos después de que se conociera la noticia de que el gobierno español retirará definitivamente a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso, después de que la Argentina se negara a pedirle disculpas a Sánchez por los dichos de Milei. Fue el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, quien dio la noticia este martes de la retirada, lo que implica un drástico paso en la escalada diplomática entre los dos países.
“La embajadora se quedará definitivamente en Madrid, la Argentina se queda sin embajadora”, dijo Albares tras una reunión de gabinete. Sin Alonso, quien ya se fue de la Argentina, la sede diplomática queda en manos del encargado de negocios.
“Nosotros no tenemos ningún deseo ni ningún interés en ninguna escalada (…) pero es obligación del gobierno defender la dignidad y la soberanía de las instituciones españolas”, subrayó el ministro y agregó que “no existen precedentes de un jefe de Estado que acuda a la capital de otro país para insultar a sus instituciones y para hacer una injerencia flagrante en los asuntos internos”.
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