La investigación sobre los restos está caratulada como muerte dudosa. En marzo desapareció en Cachi Tito Alcalá, los restos podrían pertenecer a él.
Policías, investigadores y peritos se preparan para peritar y levantar los restos óseos de un hombre hallado a metros de una cancha, en Cachi. Gentileza Radio Municipal.
Restos humanos en total descomposición de un hombre joven fueron hallados ayer en un cañaveral cercano a una cancha de fútbol en el acceso a Cachi. Según el informe de la Policía, los restos humanos y prendas de vestir fueron encontrados en inmediaciones de cancha del club Pueblo Nuevo, a la altura de la ruta 40.
Se trata de una zona ubicada en el acceso sur del nombrado pueblo, donde una pareja de jóvenes y su perro dieron con la osamenta, escondida en medio de pastizales y cañaverales que crecen sobre una ciénaga.
En ese lugar el can descubrió el cuerpo ya descompuesto y posiblemente desmembrado de un hombre cuyos restos tienen la apariencia de haber pertenecido a una persona joven, al igual que las prendas que vestía. Inmediatamente la policía acordonó el lugar y horas después se realizaron las pericias de rigor y posteriormente las tareas de extracción. Todo fue supervisado por el director general de Investigaciones. De las pericias se encargaron investigadores, médico forense y un odontólogo oficial.
Los restos humanos y las prendas de vestir encontrados fueron trasladados a la ciudad de Salta para su cotejo y reconocimiento de los familiares de un joven desaparecido en marzo y para la realización de una necropsia complicada por el tiempo y el estado de descomposición de los restos.
Los investigadores, a su vez, comenzaron con las tareas de obtener pistas y esclarecer este hecho que conmocionó a la localidad y que todos relacionan con la misteriosa desaparición de Tito Alcalá, un joven que en la tarde del 26 de marzo desapareció como por arte de magia. Siete meses después, casi en el mismo día de su desaparición, el hallazgo de restos humanos en el mismo barrio donde vivía (Pueblo Nuevo) podría dar luz a la verdad sobre un desaparecido.
Historia de un joven desaparecido
Tito Fabián Alcalá de 43 años era un hombre simple y trabajador que habitaba en el barrio Pueblo Nuevo de Cachi. No manejaba dinero ni usaba celular. Al decir de sus amigos, no tenía maldad alguna. Sin embargo, en la noche del 26 de marzo desapareció de su domicilio y también de esa localidad del Valle Calchaquí sin decir nada, sin llevarse siquiera un peso. Sus documentos fueron hallados luego, dentro de un vehículo.
Tras la denuncia por su desaparición, las fuerzas de seguridad realizaron diversos operativos de búsqueda, tanto en Cachi como en zonas aledañas. Incluso la fiscalía llevó a Cachi un grupo de buscadores pertenecientes a organismos nacionales, con perros entrenados en búsqueda de personas, sin ningún resultado.
Familiares y amigos se preguntaron entonces dónde está Tito Fabián Alcalá, pues no dejó ni una pista su desaparición. Los amigos decían que no tenía problemas personales. Llamativamente, sus documentos aparecieron días después en una camioneta dejada en reparación en un taller. Tanto la familia como los amigo sospechaban -entonces- que podría haber un «tema» detrás de su ausencia.
A pesar de que la policía rastrilló el paraje Mariscal y los ríos Calchaquí y Cachi, las rutas 40 y 64, no halló rastros de su paso por esos lugares. Tito, un joven de 1,67 m, contextura delgada, tez morena, cabello corto y negro, vestía -aquel día- campera, pantalón deportivo y zapatillas azules.
El hallazgo tal vez podrá develar esta historia que mantiene en vilo a Cachi.
Las dudas de mamá
Su madre había relatado: «Yo creo que alguien sabe qué le pasó y a esas personas les solicito colaboración». Luego señaló que la policía se llevó de la pieza de su hijo ropa y un colchón con manchas de sangre y ese dato le llamó la atención, también que su DNI y carné de conducir fueran hallados después de su desaparición: «No me cierra eso», dijo. «El trabajaba hasta las 13, luego almorzaba y ya no volvía. Yo siempre le di dinero para sus gastos y casi nunca tenía dinero. Es imposible que haya salido caminando por la ruta y que nadie lo viera», sentenció su madre hace tres meses.
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