El gobernador y referentes de la Salud evaluaron el aislamiento en Salta.
El gobernador Gustavo Sáenz encabezó ayer una reunión con los gerentes de los hospitales de Capital y representantes de clínicas privadas para coordinar un protocolo de flexibilización de la cuarentena establecida por el COVID-19.
Se aclaró que seguirán prohibidas las clases públicas y privadas con asistencia presencial, los eventos públicos y privados que impliquen concentración de personas, la apertura de centros comerciales públicos y privados y las actividades turísticas.
Además, se mantendrán las restricciones en el transporte público de pasajeros de Capital, en el ingreso de pasajeros a la provincia y fuertes controles en los pasos fronterizos internacionales.
«Todos somos un mismo equipo, peleando contra un enemigo en común», dijo durante el encuentro al que también asistieron la intendente de Salta, Bettina Romero, y los ministros de Salud Pública, Josefina Medrano, y de Gobierno, Derechos Humanos, Justicia y Trabajo, Ricardo Villada.
«Hemos logrado buenos resultados, lo que nos permite ingresar en esta nueva etapa», indicó Sáenz al evaluar que en Salta no hay circulación viral y en el convencimiento de que hay que adoptar medidas que protejan la salud pública sin detrimento de la economía.
Los especialistas coincidieron en que «hay una nueva normalidad» y desde esta perspectiva es posible ir abriendo las actividades, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos.
Durante la reunión se destacó especialmente la campaña de vacunación antigripal realizada; «fue extraordinaria e histórica, tanto en tiempo como en población alcanzada».
La flexibilización del aislamiento obligatorio permitirá la reactivación de la economía provincial, aunque se aclaró que ante cualquier sospecha de circulación viral se suspenderán nuevamente actividades.
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