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Sospechas de corrupciónJuicio por Ciccone: Alejandro Vandenbroele le apuntó al dueño del banco Macro

El arrepentido, acusado de ser testaferro de Boudou, declaró por primera vez en el juicio oral.

De traje azul oscuro, corbata a tono y anteojos de leer, Alejandro Vandenbroele -que se acogió a la figura del imputado arrepentido- pidió declarar por primera vez en el juicio contra Amado Boudou por la compra de la ex calcográfica Ciccone. En otra habitación, el ex vicepresidente de la Nación siguió atentamente el detalle cronológico de su declaración durante el juicio. Vandenbroele habló del dueño del banco Macro, Jorge Brito como supuesto participante de la operación de Ciccone, de la «simulación» de la consultoría a Formosa para reestructurar la deuda y del rol de la AFIP para salvar a la imprenta.

En esta causa cuyo juicio oral y público inició el 3 de octubre del año pasado, el ex vice está acusado de coimas y negociaciones incompatibles con la función pública, junto a su amigo y socio Núñez Carmona, el ex funcionario de Economía Guido Forcieri, Resnik Brenner y el monotributista Vandenbroele, cara visible de The Old Fund, la empresa que intervino en el levantamiento de la quiebra de Ciccone.

El ob­je­ti­vo de la ope­ra­ción según la justicia, era “con­tra­tar con el Estado la im­pre­sión de bi­lle­tes y do­cu­men­ta­ción ofi­cial”. No só­lo impri­mió las bo­le­tas elec­to­ra­les en 2011, sino que en abril del 2012, el Go­bierno de Cris­ti­na con­tra­tó a Cic­co­ne pa­ra im­pri­mir 160 mi­llo­nes de bi­lle­tes de cien pe­sos, por un cos­to de 140 mi­llo­nes de pesos.

Cuando decidió declarar ante el fiscal Jorge Di Lello y el juez Ariel Lijo como arrepentido en las demás causas en las que es investigado junto a Boudou, Vandenbroele dijo que que al ex vice «lo vi sólo dos veces en mi vida» y «nunca tuve contacto directo, ni hablé con él directamente».

Este martes, por primera vez, su defensor oficial pidió ante el Tribunal Oral Federal 4 (TOF) que se le permita declarar en el juicio donde también está acusado de ser parte de la maniobra delictiva como dueño de The Old Fun titular del 60% de las acciones de la imprenta, además de ser señalado como presunto testaferro de Boudou.

Después de una extensa introducción sobre su desarrollo profesional, Vandenbroele recordó cuando conoció a Núñez Carmona, socio y amigo del ex vice. «Nos ponemos hablar y le cuento sobre mi viajes por Estados Unidos, España y él me comentó que hace años estaba en Buenos Aires», indicó. A partir de este encuentro «Núñez Carmona me contrata porque quería crear una empresa y necesitaba asesoramiento legal».

Después de media hora comenzó a referirse a la causa Ciccone, y señaló que los expedientes vinculados al caso «fueron una decisión política». La primera vez «que escucho la palabra Ciccone lo escucho de Núñez Carmona en un bar, y me explica que es la única con capacidad de imprimir moneda». Ante la situación financiera que vivía la empresa frente a la quiebra, el socio de Boudou contó que lo contactaron «de la AFIP Guillermo Resnik», y que sus abogados «tenían una solución para levantar la quiebra y recuperar la planta».

También dijo que «la cosa podía tener color porque Boudou le había comentado de una empresa llamada Boldt (empresa del juego en la provincia de Buenos Aires) y que el Gobierno estaba interesado en evitar que Boldt se hiciera con Ciccone», dijo Vandenbroele. Al respecto, agregó «había tres potenciales compradores: Jorge Brito, Raúl Moneta y London Supply».

Y señaló al respecto: «Raúl Moneta venía de parte de Jorge Brito como potencial inversor de la imprenta» y detalló: «Cuando nos juntamos a firmar el contrato en octubre de 2010, ya el Grupo Macro había ingresado a la operación de Ciccone como financista», y Núñez Carmona «explica que para preservar la confidencialidad del inversor debía figurar The Old Fund. Esa fue la razón por la cual se decide poner a esa firma».

Una vez armado el directorio de esa empresa, Vandenbroele quedó como presidente de la planta y Núñez Carmona le dijo que «iba a tener un buen sueldo» y que en ese lugar «necesitaban a una persona de confianza».

En su declaración como imputado arrepentido, Vandenbroele había dicho que ​el rol de Núñez y Boudou «se diluyó» tras el plan de pagos de AFIP. «Como presidente de la compañía, yo hacía el fronting, daba la cara porque Brito no podía y la idea era poner en valor la empresa y venderla en el exterior. Yo respondía al grupo Macro. Los sueldos los pagaba el Grupo».

Allí se refirió al rol de la AFIP, que según el abogado, «tuvo dos intervenciones decisivas». Una fue el levantamiento de la quiebra, y al respecto dijo: «Me dijeron que Ricardo Echegaray tenía instrucciones para el levantamiento». La segunda intervención fue otorgar el plan de pago, aunque «el directorio aún no se había modificado».

En el avance del relato, Vandenbroele mencionó a Daniel Scioliy reconstruyó una conversación telefónica: «Quedate tranquilo Alejandro, lo tuyo va a salir». Pero no recordó si esa charla respondía a una financiación que debía venir del Banco Provincia.

El negocio con Formosa

Entre las tareas que había por delante cuando se reencontró con Núñez Carmona, se encontraba la reestructuración de la deuda de Formosa. Vandenbroele recordó que «para eso necesitábamos una sociedad», y teniendo la posibilidad «de que el tema avanzara y que se constituya la sociedad, él me refiere a un cliente Rasetti y una firma que se llamaba The Old Fund, que no había tenido casi nada de actividad».

Según las palabras de Vandenbroele, «había que simular un asesoramiento para el contrato y cobrar una comisión». Así, contó que Núñez Carmona le mencionó algunas de las personas allegadas al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.

Todo se firmó el 11 de septiembre de 2009 «Después se hace el pago en 2010». El 21 de mayo de ese año «se produce el pago de la comisión por $ 7.670.000 (1,9 millones de dólares entonces) en la cuenta de The Old Fund». Agregó que unos 700 mil pesos «fueron dirigidos a Martín Cortes (del Banco de Formosa) y con $ 1,5 millones compré dólares. Los retiré en efectivo y entregué al señor Núñez Carmona». De todo ello aportó documentación.

Además, contó que Núñez Carmona le ofreció el «departamento de Boudou que estaba deshabitado» y le pidió que «consiguiera una persona extranjera para justificar un contrato de alquiler para el departamento de Puerto Madero». Así, indicó que consiguió un amigo que nunca vio el departamento, y tiempo después decido irme del departamento porque era una locura, yo ya era presidente de Ciccone».

En cuanto a los pasajes que facturó The Old Fund, «sólo los facturamos, no los pagamos, y fue a pedido de Núñez Carmona por un tema impositivo».

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