Una cumbre de los organismos especializados más importantes analizó el futuro de la enfermedad a nivel global. Prevén un diagnosticado cada un segundo y medio. Un especialista señaló a Infobae algunas pautas esenciales para implementar
En una importante cumbre de entidades afines, la Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés) lo advirtió de manera contundente: el cáncer va en camino a convertirse en la principal causa de mortalidad en los próximos años a nivel global, según publicó Infobae.
En el marco del Día Mundial de la Investigación en Cáncer, celebrado el pasado domingo 24, la IARC informó que para el año 2030 una persona enferma de cáncer morirá cada dos segundos, mientras que cada segundo y medio se producirá un nuevo diagnóstico. La previsión hacia los próximos 13 años es que haya 21,6 millones de casos nuevos y 13 millones de muertes.
Con el objetivo de incrementar la concienciación y reivindicar la importancia de la investigación en cáncer, la IARC y otros once organismos se reunieron en una iniciativa desarrollada en pos de mejorar la calidad de vida del paciente, progresando tanto en la detección como en el tratamiento del cáncer.
Una de las principales razones que explican el incremento que se avizora reside en la falta de concientización: «A todos nos falta educación y cultura de auto cuidado en estado de buena salud. No tenemos claro que 9 de cada 10 enfermos futuros de cáncer tendrán 50 o más años. Pero enfermamos por estímulos de años previos acumulados en décadas», sostuvo con Infobae el médico oncólogo Alejandro Turek.
Los factores que provocan el inicio del un crecimiento celular fuera de control son mayormente conocidos. En general y para los tumores sólidos del adulto son siempre los mismos. «Aproximadamente el 50% de los varones y el 30% de las mujeres tendrán algún tipo de tumor maligno durante su vida. La mayoría de estas enfermedades se relacionan a su hábito y estilo de vida», comentó Turek.
En ese sentido, el especialista enumeró: el tabaco, comenzando en la adolescencia; las dietas no saludables, hipergrasas, no balanceadas; el sedentarismo; el consumo de alcohol en cantidad «no social» diariamente; la exposición a tóxicos ambientales; la falta de protección debida del sol; pacientes con infecciones crónicas virales localizadas (HPV) o sistémicas (hepatitis, VIH-SIDA) no controladas, que no adhieren a programas de prevención o diagnóstico en momentos oportunos.
Además de ellos, entre un 5 y 10 por ciento de los pacientes con cáncer tienen una fuerte relación a temas genético-familiares. «También vemos hoy más pacientes muy jóvenes con tumores sólidos, no hematológicos, que salen de esta regla», agregó el experto sobre las causas de la enfermedad.
El cáncer no es contagioso ni transmisible. Con los modos de vida que sigue, cada uno se ubica en grupos de mayor riesgo. Turek propone algunas soluciones.
1. De lo explicado previamente surgen bases para la educación, prevención, e indicación de tests, estudios diagnósticos, muestreos genéticos a quienes corresponda, y planes de tamizaje en grupos de riesgo para diagnosticar el cáncer en etapas tempranas cuando la cura se obtiene en porcentajes altísimos, con intervenciones menores, sin secuelas, a costo bajo.
2. Políticas sanitarias de estado a largo plazo con mayor educación e información pública diaria en medios de difusión, responsabilidad propia de los ciudadanos y planes de vacunación masivos.
3. «Probemos empezar con los chicos en últimos años de escolaridad primaria, adolescentes y adultos jóvenes en comunidades educativas, deportivas y laborales. Los adultos mayores parecemos no entender», sostuvo.
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