Cuando Cristina lo nominó, lo comparó “con Néstor”. Pero después empezaron los pedidos: que se apodere de los medios, que libere a los “presos políticos”…
Habían pasado horas de la nominación de Alberto Fernández como candidato presidencial y, con el mundo de la política aún convulsionado por la noticia, Hebe de Bonafini salió a dar su aval a la decisión de Cristina Kirchner. No se guardó nada: «Lo veo como Néstor», comparó la titular de Madres de Plaza de Mayo y elogió al ex jefe de Gabinete, quien hasta entonces venía siendo denostado por el krichnerismo duro. Fue el abrazo del oso.
Desde aquel impulso al cuestionamiento de este martes, en el que Bonafini vaticinó que con Fernández «me parece que nos vamos a pique», transcurrió un abismo de apenas un año y (casi) dos meses. En el medio, hubo de todo: desde reclamos extremos, como apoderarse de los medios; a insultos para aliados propios como Sergio Massa y ajenos como Horacio Rodríguez Larreta. También, una reunión presencial con el Presidente a mediados de enero y un inesperado apoyo cuando Fernández.
En paralelo a su posicionamiento político local, Bonafini comparó a los rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa «con los milicos» y le mandó una carta a la reina de Inglaterra para denunciar que «su país decidió robarle los ahorros en oro a Venezuela».
Aquí, un resumen del giro furioso y particular de Bonafini:
«Alberto va a ser como Néstor» (20/5/19)
«Yo me siento como la madre de Néstor y de Cristina y me parece que con Alberto me va a pasar lo mismo», pronosticó Bonafini unas horas después de conocida la decisión de llevar como candidato al ex jefe de Gabinete K. Se deshizo en elogios: «Estuvo con Néstor muchos años, así que algo aprendió. Alberto es un gran negociador, conoce mucho. Va a ser como Néstor, que era uno más de nosotros».
«De patriota Massa no tiene nada» (13/6/19)
Ya en campaña, la titular de Madres tuvo un junio 2019 de alto perfil. En la ronda 2.147 de los jueves en Plaza de Mayo, trató al ex fiscal Alberto Nisman como «un pobre tipo que se tuvo que pegar el tiro porque no tenía otra salida»; dijo que le daría «una buena escupida» al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; e ironizó sobre Christina Lagarde, entonces titular del FMI: «Yo creo que vive con Macri. ¿Le dará a Macri para tener dos mujeres?».
A la semana siguiente, les pegó a Miguel Pichetto («un tipo muy detestable») y a Sergio Massa, quien entonces negociaba con Fernández para ir como candidato del Frente de Todos. «Me parece que de patriota no tiene absolutamente nada y en este momento necesitamos patriotas», buscó Bonafini alejarlo del espacio. No lo consiguió. Y lo siguió cuestionando. La última vez, a fines de junio de este año, cuando lo criticó por no haber conseguido los votos para expropiar Vicentin.
«Hay que tomar la Corte, la carnicería, la Casa de Gobierno» (27/6/19)
A fines de ese junio furioso, la titular de Madres pidió defender la investigación del juez Alejo Ramos Padilla, sobre un presunto espionaje del falso abogado Marcelo D’Alessio, que el kirchnerismo agitaba para hacer caer la causa de los Cuadernos de las Coimas: «Para que el juez Ramos Padilla siga con la causa, tomemos lugares, lo que sea. La Corte, la carnicería, la Casa de Gobierno, las catedrales, todo, lo que a cada uno se le ocurra algo».
«No empecemos a hacerle paritos y a ocupar las calles cuando asuma Alberto» (12/8/19)
Apenas los Fernández habían arrasado en las PASO y ya se daba por hecho que asumirían en diciembre. Entonces, la referente de Derechos Humanos salió a bancar al potencial presidente y advirtió: «No empecemos a hacerles paros y paritos y a ocupar las calles cuando asuman, porque sabemos que el gobierno de ellos no va a reprimir. Tenemos derechos, pero tenemos que esperar un poquito. No hay que ir ya de lleno a tirar todo por la borda porque esto está costando mucho sacrificio, está costando la vida de mucha gente». Todo era aún fiesta y apoyo.
«Grabois me parece un tipo bastante desagradable» (7/9/19)
En otro mensaje interno, como el que le había mandado a Massa, ahora el cuestionado era el referente piquetero Juan Grabois. «No me gustan las personas que tienen clientes en vez de compañeros. Me parece que es un caradura, un tipo bastante desagradable», lo atendió. Grabois se juntaría luego con Alberto F. y conseguiría lugares clave en el Ministerio de Desarrollo Social.
«Los votantes de Macri son una raza muy hija de puta» (13/11/19)
Con el triunfo ya consumado, Cristina con perfil bajo y Alberto Fernández buscando mostrarse como un presidente que venía a terminar con la grieta, Bonafini insultó a los votantes de Macri. Varias veces. En una, directamente los trató como una «raza muy hija de puta». Juntos por el Cambio venía de sacar casi 11 millones de votos.
«Tiene que ser el Gobierno el que se apodere de los medios» (28/11/19)
Otro de los temas en los que la titular de Madre salió a diferenciarse. «Yo no ando golpeándole la puerta a Fernández, pero ojalá que escuche esto que estamos diciendo hoy: los medios tienen que estar en manos del Gobierno, no de Massa que no es gobierno, es un poquitito gobierno porque se agarró como un gatito para no caerse del alambrado». La mención al titular de Diputados tenía su explicación: por entonces se mencionaba que una persona de su espacio (Claudio Ambrosini) podía asumir en el AFSCA, lo que finalmente ocurrió. «Tiene que ser el Gobierno el que se apodere de los medios porque si no vamos a estar siempre en la misma», completó el dirigente.
«Que el Presidente indulte a los presos políticos» (24/3/20)
Mientras Alberto Fernández evitaba usar la denominación de «presos políticos» para ex funcionarios detenidos como Amado Boudou o Luis D’Elía, Bonafini salió a apoyarlos. Y no sólo los llamó así, sino que reclamó que los indulte: «Quiero hacerle un pedido al señor Presidente. Sé que los presos no quieren indultos porque no cometieron delitos. Pero le pido que indulte a los presos políticos o como él los considere».
«Es bueno que Larreta use barbijo así no nos contagia su pensamiento» (17/4/20)
Si hubo un dirigente opositor al que el Presidente elogió y buscó diferenciar fue Horacio Rodríguez Larreta. En el reciente festejo del 9 de julio, directamente llamó «amigo» al jefe de Gobierno porteño. Bonafini no piensa lo mismo. Lo cuestionó por los problemas de agua potable en la Villa 31 (ahí también «cobró» Malena Galmarini, titular de Aysa) e ironizó: «Es bueno que Rodríguez Larreta use barbijo así no nos contagia su pensamiento».
«Hay que alivianar las cárceles, pero no digo que suelten a asesinos y violadores» (30/4/20)
Una de las últimas polémicas en la que entró la referente de Derechos Humanos fue la vinculada a la liberación de presos para evitar contagios de coronavirus. Si bien salió a apoyar en línea con el reclamo del kirchnerismo duro, puso un límite: «Hay que alivianar las cárceles de la gente que no tiene procesos, de la gente que no tiene condena, que está procesada porque a alguien se le ocurrió o porque cometieron algún pequeño delito», dijo, pero aclaró: «No digo que suelten a asesinos y violadores».
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