De acuerdo a las proyecciones de cuatro encuestadoras, el Frente Amplio cosechó 38,8% y el Partido Nacional 29,4%.
Resultados preliminares de cuatro encuestadoras indican que habrá segunda vuelta en Uruguay, ya que ninguno de los candidatos obtuvo el 50% más 1 de los votos.
Según esos números, el candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez obtuvo 38,8% y su rival del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, cosechó 29,4%.
En tercer y cuarto lugar quedaron el Partido Colorado con 12,6% y Cabildo Abierto con 10,2%.
No hay mayoría parlamentaria con estos números proporcionados por las encuestadoras Cifra, Equipos, Factum y Opción. Estos datos se basan en una muestra de circuitos representativos de todo el país.
Estas mismas cifras sostienen además que la reforma constitucional sobre seguridad no habría sido aprobada.
Estos números, de mantenerse en datos oficiales, hablan de una buena votación del Partido Nacional y un mal desempeño del Frente, que necesita al menos 43% de los votos para acercarse a una victoria en el balotaje.
En su primera reacción, un Martínez nervioso y algo descolocado, con una bandera uruguaya al hombro, adelantó que ya comenzó «el camino del diálogo» con otras fuerzas políticas, felicitó a sus contrincantes y llamó a «apostar por la estabilidad y no a los ajustes».
Sin embargo, el candidato colorado Ernesto Talvi ya adelantó que apoyará a Lacalle Pou.
«Yo espero que el próximo presidente sea Lacalle Pou», dijo con una amplia sonrisa. «Haremos campaña por su candidatura», anticipó.
En la misma línea, el ex presidente colorado Julio María Sanguinetti aseguró que su partido se sumará a la coalición opositora «y será parte del futuro gobierno».
Uruguay votó presidente y renovó todo el Congreso este domingo, en unas elecciones en las que están en juego la continuidad de un modelo que gobierna hace 15 años, y la posibilidad de un cambio hacia la derecha.
Los candidatos que votaron hacia el mediodía, esperaron en familia el cierre de las mesas. Y luego se trasladaron a sus bunkers para recibir los cómputos. Desde temprano los equipos cortaron avenidas y montaron escenarios y pantallas para hablar a los militantes, a pesar de la amenaza de lluvia.
La Avenida 18 de Julio se convirtió en una enorme peatonal al ritmo de vuvuzelas y con los colores de las banderas del Frente. Algo parecido ocurrió en el Bulevar Artigas, con el Partido Nacional.
Las mesas de votación abrieron a las 8 de la mañana. Y los uruguayos salieron en tropel a votar entre once candidatos.
Los ciudadanos se apuraron para votar antes de la hora del almuerzo, algo extraño en este país donde muchos suelen esperar hasta el final. Las colas se hicieron largas. Y para las 4 de la tarde ya había votado casi todo el padrón.
Daniel Martínez se acercó a votar a las 11 en un colegio de Pocitos, el ORT. Llegó en una van blanca Hyundai, y tras sortear el piquete de periodistas que lo esperaba en la puerta, estuvo más de media hora para poder emitir su voto. Más de uno le cedió el lugar pero él no quiso.
Llegó tomando mate, con el termo en la mano, casual, de camisa desabotonada, y se mostró amigable, pero apurado. «Que la gente decida. La calle es una fiesta», dijo. Y no se equivocó. No hubo incidentes que lamentar. Y la postal del día fue la típica de una elección, en la que cada vez que uno pasaba por un centro de votación se encontraba con gente estacionando y autos en doble fila.
Martínez habló con Alberto Fernández que lo saludó. Y cuando le preguntaron si llamaría a Sebastián Piñera después de los resultados, esquivó la pregunta al indicar que lo importante no es la relación Martínez- Piñera sino la del pueblo uruguayo con el pueblo chileno.
Su rival más cercano, Luis Lacalle Pou fue el único candidato que no votó en Montevideo. Lo hizo en Canelones, donde vive en un barrio cerrado. Habló de Argentina. Dijo que la situación en nuestro país lo ocupa más que le preocupa.
«Uruguay se tiene que llevar bien sea quien sea el presidente de Argentina. Participamos de un bloque y siempre es importante lo que pasa en otros países», dijo.
Sobre Chile, criticó la violencia de las protestas, pero también admitió que el gobierno de Piñera debió pedir perdón.
«Yo estoy tranquilo, en paz y feliz con el trabajo hecho», resumió Lacalle Pou, la cara joven de esta elección, con 46 años. Y anticipó que la campaña para la segunda vuelta «arranca mañana (por el lunes) después de tomar unos mates».
Clima de elecciones
Los negocios cerraron en parte por ser domingo y en parte por la elección. Abrieron los lugares para ir a comer y los centros comerciales, y la ciudadela se llenó de turistas que caminaban ajenos a la gran cita. Tomaban fotos entre locales con las cortinas bajas.
En la histórica catedral de Montevideo, una o dos personas se acercaron a meditar, antes de la misa de las 10.
Quienes tuvieron que trabajar, dejaron su voto para la tarde. Como Nacho, un joven uruguayo, quien advirtió a Clarín que no sabía a quien votaría. Fue un dato común: gente que se negó a contestar a quien votó. Fue un problema para las consultoras que «arman» las boca de urna. De repente se encontraron con que el 40% de la gente no contestaba. Lo adjudicaron a un voto vergonzoso que pudo haber correspondido tanto al Frente Amplio como al ultraderechista Cabildo Abierto.
Por lo demás, la gente salió a votar con sus hijos. Se vio a adultos mayores acudir con sus bastones, estoicamente esperando su turno.
Mujica y Tabaré votaron temprano
Quien prácticamente abrió la jornada y fue el primero en sufragar, fue el ex presidente José Pepe Mujica, quien en esta elección busca una banca como senador por el Frente Amplio.
Llegó antes de que la mesa abriera y aprovechó para hablar con los medios, con ese tono tan pintoresco que lo caracteriza.
Mujica llegó al Liceo 70 en Montevideo, se levantó la botamanga del pantalón para mostrar una lastimadura fruto de hacer campaña («tengo 85 años, pero hago cosas de 20», lamentó) y prometió que después de votar se iría al rancho con su mujer Lucía Topolansky, cocinarían algo, pondría Radio Clarín y escucharía unos tangos.
También habló sobre Argentina. «Nos conviene como país que a la Argentina le vaya bien. Pero vamos a tener un año complicado. Nos conviene una economía próspera», dijo y aseguró que con Alberto Fernández no habló.
Quien también votó temprano en el Club Progreso fue el presidente Tabaré Vázquez, quien padece un cáncer y su salud ha puesto en vilo a los uruguayos.
«Estoy bien», aseguró. «Me siento bien». Y aprovechó el espacio con los medios para enviar un mensaje:
«Alrededor del tema del cáncer hay una idea, un mito, como si el cáncer fuera el diablo, porque durante siglos fue una enfermedad mortal. Pero la ciencia avanza y conoce más a la enfermedad , y eso permite tratamientos que hacen que hoy en día el cáncer, entre las enfermedades crónicas, se cure», enunció.
«El cáncer –siguió– tiene enormes posibilidades de curarse si el diagnóstico es prematuro».
Agradeció los saludos de toda la gente que le regaló aplausos, evitó opiniones electorales, y se marchó a votar.
En total estuvieron habilitados para votar 2.699.847 ciudadanos.
Agregue un Comentario