Joe Biden se bajó de la carrera a la Casa Blanca, como los líderes demócratas buscaban desde el desastroso desempeño del presidente en el debate contra Donald Trump casi un mes atrás. Argumentaban que había demasiadas dudas sobre la capacidad mental para otros cuatro años más al comando de la primera potencia mundial, pero sobre todo estaban seguros de que con Biden iban a una estrepitosa derrota
Los legisladores también buscaban cuidar su terreno propio: una arrasadora victoria republicana los dejaría a muchos de ellos sin trabajo, e incluso le daría al trumpismo las dos cámaras de Congreso, lo que dejaría al magnate las manos libres para imponer sin trabas su agenda.
Ahora que Biden está afuera, ¿con Kamala Harris evitarían un desastre? ¿Ella puede ganarle a Trump?
La vicepresidenta arranca con la ventaja de su edad, 59 años, que era el gran problema de Biden. Pero a menos que cambien las actitudes de los votantes, reemplazar al presidente por Harris no resolverá todos los problemas electorales de los demócratas, ya que las encuestas indican que a ella no le va mucho mejor que a Biden en su enfrentamiento contra Trump, de 78 años.
La última encuesta de CBS News, realizada del 16 al 18 de julio señaló que Trump aventajaba a Harris por tres puntos, 51% a 48%, mientras que enfrentando a Biden Trump lideraba por cinco puntos, 52% a 47%.
Desde el primer debate presidencial el 27 de junio, ha habido 11 encuestas que midieron la pelea entre Biden y Trump, como entre Harris y Trump. De esos sondeos, tres mostraron que Harris y Biden estaban empatados frenta a Trump, tres mostraron que Harris superó a Biden y cinco mostraron que Biden superó a Harris. Estos datos indican que la diferencia de desempeño entre Biden y Harris en las encuestas a nivel nacional es insignificante.
Lo que puede aportar
Además, la semana pasada, Insider Advantage también midió en tres estados indecisos: Pennsylvania, Nevada y Arizona. En cada uno de los tres estados, Biden tuvo un mejor desempeño que Harris. En Pennsylvania, la ventaja de Trump saltó de cuatro puntos contra Biden a siete puntos contra Harris, de siete puntos a 10 puntos en Nevada y de cinco puntos a seis puntos en Arizona.
Harris “será competitiva, lo que no quiere decir que sea la favorita”, señala a Clarín Brian Gaines, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Illinois. “Para empezar, ella todavía no es la nominada. Suponiendo que el partido se una rápidamente a su alrededor y que tengan una convención fluida, tendrá dos meses y medio para persuadir a los indecisos de que debería ser presidenta. Se trata de un largo período de campaña para la mayoría de los países, pero un período muy breve para los estándares estadounidenses”.
Michael Cornfield, profesor de Management Político de la Universidad de Georgetown, dijo a Clarín que con la designación de Harris “ahora lo que estará en primer plano es el estado mental de Trump”, de 78 años, y que muchas veces también dice incoherencias. También, la nueva candidata “se beneficiará de un Partido Demócrata ahora unido y lleno de energía”.
Además, si es nominada, “Harris consolidará el apoyo demócrata y atraerá a los independientes a través de la cuestión de los derechos reproductivos, que defiende con más firmeza que Biden, que es partidario del derecho a decidir, pero también un católico devoto”.
Más allá de que es mucho más joven que Biden, Cornfield destaca otra virtud en Harris, fruto de su ex trabajo como fiscal en California: “Interrogar es su superpoder”, dice. “Debería desafiar a Trump a múltiples debates”.
Para Gaines, Harris ofrece sin embargo algunos blancos de ataque para los republicanos: “Ella nunca ha sido muy fuerte haciendo campaña, como lo demostró su esfuerzo rápidamente colapsado en 2020 para asegurar la nominación”, en referencia a cuando perdió fácilmente la interna contra Biden.
Gaines señala que un punto débil será su trabajo sobre el freno a la inmigración. “Trump y el Partido Republicano argumentarán que ella fracasó en su única asignación real como vicepresidenta, y ni siquiera se molestó en tratar de asegurar la frontera, o incluso visitarla mucho”, dijo.
También observó que en sus discursos “Harris tiene una tendencia a improvisar de manera bastante incoherente” y cree que la campaña mostrará avisos de ella en esas situaciones. “El columnista George William bromeó diciendo que ella siempre suena como alguien que hace un informe sobre un libro que no ha leído. Tendrá que hacerlo mejor en los discursos de campaña”.
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