Con el 85% del escrutinio, el empresario de centro tenía 52,26% de los votos. La correísta Luisa González tenía 47,74%.
Después de una jornada electoral sin incidentes y en medio de grandes expectativas en Ecuador, los primeros datos oficiales marcaban una ajustada victoria del candidato de centro Daniel Noboa frente a la correísta Luisa González. Así, el país se encamina a tener el presidente más joven de la historia del país.
Poco antes de las 19.30 de la tarde (las 21.30 en la Argentina), dos horas y media después del cierre de las urnas en Ecuador, el escrutinio del 85% del padrón mostraba que el candidato de Acción Democrática Nacional obtenía un 52,26%. Su rival, de Revolución Ciudadana, tenía 47,74%.
González, de 45 años, abanderada del movimiento del ex presidente Rafael Correa, Revolución Ciudadana, fue la ganadora de la primera vuelta, con el 33,61% de los votos, pero no llegó a cumplir su expectativa de convertirse en la primera mujer electa como jefa de Estado.
Alrededor de las 8 de la noche, en Guayaquil, bastión del candidato, había festejos en las calles del centro. En el Malecón frente al río Guayas, seguidores de Noboa con banderas y carteles salieron a celebrar y a expresar su confianza en que el nuevo presidente traerá un cambio.
Poco después, Luisa González salió a hablar frente a sus seguidores, en el hotel de Quito donde había esperado los resultados.
«Basta de odios, basta de polarización», dijo, y reconoció la victoria de su rival, al que tendió una mano y ofreció la colaboración para construir un nuevo país.
Minutos después, la presidenta del Consejo Nacional Electoral anunció que, con el 90% de los votos escrutados, Noboa era el presidente electo.
Noboa, de la coalición Acción Democrática Nacional (ADN) que en la elección del 20 de agosto cosechó el 23,47%, prometió un cambio en el estilo de hacer política en el país y gobernar con la mirada en los jóvenes.
Aunque encarnaron dos modelos opuestos de gobierno -una victoria de González significaría el regreso del correísmo al poder en Ecuador, mientras Noboa se presentó siempre como «lo nuevo»- lo cierto es que al final de la campaña los dos apostaron a grandes rasgos a los mismos objetivos, los más urgentes para los ecuatorianos de a pie.
Ambos prometieron resolver en primer lugar la grave crisis de seguridad que desangra al país con crímenes cada vez más frecuentes y violentos atribuidos por las autoridades especialmente a las bandas del narcotráfico que extienden sus tentáculos por el país y digitan asesinatos y secuestros desde las cárceles.
También prometieron empleo y oportunidades para los jóvenes, y planes para mejorar la situación en escuelas y hospitales para que todos los ecuatorianos tengan la atención a la salud y la educación que se merecen.
Resolver la crisis económica y la crisis política no será tarea sencilla, porque además será un mandato particularmente corto y envuelto en un clima político frágil.
Mandato corto
Noboa asumirá posiblemente en diciembre -no se anunció la fecha definitiva- y gobernará solo 18 meses, hasta mayo de 2025, pues es el tiempo que falta para completar del mandato del actual presidente conservador Guillermo Lasso, tras su decisión de disolver el Parlamento para evitar un juicio político que había iniciado la oposición en el Legislativo por un presunto caso de corrupción dentro de su gobierno.
En mayo pasado, Lasso recurrió al mecanismo constitucional conocido como “muerte cruzada”: disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas. Desde entonces gobierna por decreto, pero decidió no presentarse a estas elecciones.
[/caption]La jornada electoral transcurrió en calma y sin incidentes mayores. Y, como la primera vuelta, se realizó bajo un impresionante despliegue de seguridad, en especial en las ciudades más golpeadas por el crimen y la violencia, como Guayaquil, Durán y Cuenca.«Vivimos una fiesta democrática», dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, a las cinco de la tarde en punto, cuando cerraron los centros electorales.
Los dos candidatos votaron antes del mediodía. La primera fue Luisa González, poco después de las 8 de la mañana en Canuto, en la provincia de Manabí. Llegó rodeada de policías y militares y enfundada en el chaleco antibalas con el que se la vio durante la campaña. Allí llamó a votar con «memoria».
Noboa votó después de las 11 de la mañana, en la localidad de Olón, en la provincia costera de Santa Elena, donde espera los resultados junto a su familia.
«Un fuerte abrazo a todos los ecuatorianos que nos están apoyando en esta jornada electoral. Hoy ganamos», aseguró confiado el candidato, quien llegó junto a su esposa, Lavinia Valbonesi.
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