Afirman que a los incidentes los generó un solo grupo y que el lugar se vio colapsado.
Sergio Chocobar es organizador de uno de los tantos tours que salieron desde Salta para asistir al recital del Indio Solari en Olavarría. El colectivo de La Banda Inconsolable Tour sale todos los años desde la esquina de 25 de Mayo y Necochea para cumplir el ritual de asistir a la «misa» ricotera cada vez que el líder de la banda convoca a sus fans. Este año no fue la excepción. El micro salió con 62 pasajeros y -según confirmó el propio Sergio ayer aEl Tribunovía telefónica- se encuentran todos bien y en viaje de regreso. «Estamos saliendo de Olavarría. La organización fue un caos total en general porque a la ciudad la superó la cantidad de gente que llegó. Después del recital muchos chicos se perdieron y estuvimos buscándolos hasta hace rato. Hay mucho caos. Nosotros somos 62 personas, la mayoría de Salta capital y también de Cafayate y Orán», afirmó Sergio.
Con respecto al momento de la tragedia, comentó que algunos de los salteños que viajaron con él estuvieron cerca del lugar donde ocurrió la avalancha, «pero cuando empezaron los empujones ellos saltaron al otro lado del vallado».
«Nosotros llevamos años organizando estos viajes y asistiendo a los recitales del Indio Solari. La mayoría va a divertirse, a bailar. Siempre participamos de los pogos y, cuando alguien cae al piso, se lo levanta, se lo cuida… Esa es la regla. Pero esta vez hubo gente que fue a hacer daño. Al caos lo armaron grupos a los que se les subieron los humos y generaron violencia. No sé si habrán sido pagados o no, pero era evidente que fueron a hacer daño», aseveró el coordinador de La Banda Inconsolable Tour».
Con respecto a la cantidad de gente presente en el predio rural de La Colmena, el salteño afirmó que «no eran 300 mil personas, había casi medio millón más la gente que estaba afuera». Comparó con ediciones anteriores, como el recital organizado en Tandil, y señaló que en aquella oportunidad estuvo mejor organizado. «Nosotros a Olavarría llegamos un día antes y por eso dentro de todo encontramos lugar. Cuando llegó el grueso de la gente ya no había nada. Mucha gente se fue muy disconforme», criticó Chocobar. Con respecto a la eventualidad de que el Indio hubiese podido suspender el show al momento de registrarse los primeros incidentes, Sergio opinó: «Creo que hubiese sido mucho peor. Los bárbaros que estaban haciendo lío eran pocos pero lograron su cometido: que los que pertenecemos a la familia ricotera hayamos pagado un altísimo costo para ver por última vez a nuestro ídolo. Este viaje terminó de la manera más triste», concluyó.
Se calcula que desde Salta salieron alrededor de 15 micros particulares con fans del Indio. A esos «ricoteros» hay que sumarle todos los que viajaron en vehículos particulares, a dedo o en avión. De una u otra forma, todos intentaban comunicarse ayer para tranquilizar a sus familiares y amigos.
«El Indio intentó calmarlos»
Lourdes Fernández también viajó en un colectivo que salió desde Salta a la a ciudad bonaerense de Olavarría. «Nosotros llegamos el mismo día del show, alrededor de las 9. No teníamos pensado hospedarnos en ningún lado porque la idea era hacer tiempo hasta la hora del recital. Entramos al predio de La Colmena alrededor de las 18.30. El ingreso fue perfecto, pero la salida fue un desastre», comentó Lourdes, en sintonía con otros salteños. «La puerta por donde habíamos entrado estaba bloqueada. La gente tiró un par de vallas para salir», señaló la joven.
Como la mayoría del público, ella y su grupo advertían que algo malo pasaba porque el Solari paraba el show y pedía calma. «El Indio intentó en todo momento calmar a los que estaban generando problemas. Eran inconscientes que entraron borrachos y arruinaron todo. En la página de Facebook «Vilurancia’, que maneja la mujer del Indio, ya nos venían advirtiendo que teníamos que cuidarnos los unos a los otros porque lo habían amenazado al Indio. Ese es el único canal oficial del Indio», remarcó Lourdes.
«No revisaron bolsos ni mochilas»
Lorena Páez es salteña y fue al recital en su vehículo particular, con su marido y sus hijos de 18 y 21 años. Decidieron viajar a último momento así que se hospedaron en Bolívar, una localidad cercana a Olavarría. «Desde un primer momento vimos a la ciudad colapsada así que fuimos directamente al predio. Nos quedamos a la altura de la torre 7. El Indio paró varias veces el recital porque había personas caídas. Pedía que nos hiciéramos para atrás, pero había un grupo de muchachos alcoholizados que no querían moverse. Creo que decidió seguir porque si suspendía iba a ser peor. Era impresionante la cantidad de gente».
Para Lorena, la organización estuvo «bastante bien». Contó que llegar a La Colmena fue sencillo porque estaba todo señalizado, pero la salida fue un descontrol. «El predio tenía varias entradas pero cuando el show terminó no estaba claro por dónde salir. En un momento nosotros quedamos atrapados. Fue un momento muy tenso», relató. En comparación con otros recitales del Indio a los que asistió, Lorena marcó diferencias: «Acá mostrabas la entrada y pasabas sin que te la corten. Además no nos revisaron los bolsos, por lo que la gente entró con muchas bebidas alcohólicas».
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