El arquero de Boca se acercó a la hinchada para pelearse directamente con un hombre que le gritaba tras la derrota; fue sobre el final de un partido caliente, en el que el Xeneize perdió 1-0 de local contra River.
Sergio “Chiquito” Romero tuvo un fuerte cruce con un plateísta de Boca en la Bombonera. El arquero de Xeneize se había metido en el túnel, pero volvió a salir al campo, furioso, y trató de pelearse con el hombre que lo insultaba al finalizar el partido. Boca cayó 1-0 en un Superclásico contra River inflamado por la jugada polémica del final del partido, en la que Boca anotó un gol luego anulado por el árbitro, Nicolás Ramírez.
Romero es blanco de críticas de algunos hinchas en los últimos partidos. Los seguidores de Boca se quedaron con sabor amargo tras la derrota de local. El clima en la cancha al cierre del encuentro era muy tenso, sobre todo después del gol de Milton Giménez que para el Xeneize hubiera significado el empate, pero que fue anulado a instancias del VAR.
La escena parecía propia de una pelea callejera. Romero escuchó los gritos y se puso frente a frente con el plateísta que lo criticaba a los gritos. Tras el altercado, Romero ofreció sus disculpas al hincha en diálogo con ESPN: “Cuando él me putea, con la sangre caliente, se me fue la cabeza. Ninguno de nosotros sale a jugar un partido y perderlo. Queríamos ganarlo como ellos y no se dio y no pude pensar en el segundo que me puteó”.
El episodio fue tal cual lo relató Romero y se pudo ver por TV. A los gritos, los dos estuvieron a punto de tomarse a golpes de puño. Sin embargo, los separaron rápidamente otros hinchas y personal de seguridad. Los compañeros de “Chiquito”, entre los que estaban el autor del gol anulado y el arquero suplente Leandro Brey, lo contuvieron. Ya en la distancia, mientras los jugadores lo agarraban para que no se vuelva a acercar a la platea, se distinguió en las imágenes cómo el plateísta lo insultaba. “¿Qué te pasa, hijo de p…?”, gritó. También se observó cómo otros hinchas se sumaron al altercado, que el personal de prevención intentaba frenar. Los improperios continuaron hasta que Brey y parte del cuerpo técnico lo llevaron a Romero al vestuario.
Me puteó con tantas ganas que me encontró. Me estaba yendo tranquilo, pero caliente, y me encontró, se me fue la cabeza. No quería que suceda, pero ya está. Le ofrezco mis disculpas porque estuve mal con la reacción. Tendría que haberlo dejado pasar e irme porque está en su derecho de expresarse”, declaró Romero después, ya más tranquilo y bañado, en la puerta del vestuario local.
El clima de tensión fue protagonista en la Boca los últimos minutos del partido: Giménez anotó un gol en el minuto 51 del segundo tiempo en una polémica jugada que fue analizada por el VAR. A simple vista, parecía que la pelota le rebotaba a Giménez solo en la cara, pero desde otro ángulo se veía que tocaba en uno de sus brazos. El jugador cayó, la pelota entró, pero el festejó se detuvo. El árbitro, Nicolás Ramírez, fue a chequear con el sistema de verificación. La revisión se demoró notablemente: jugadores de ambos equipos se acercaron a Ramírez a reclamar sus distintas posiciones sobre el tanto, en el medio de algunos forcejeos. Esa tensión explotó cuando el juez principal decidió anular el gol. La polémica terminó con una doble amarilla para Cristian Lema por protestar, por lo que se fue expulsado con tarjeta roja. Al finalizar el partido, se sumó también la fuerte crítica de Edinson Cavani al árbitro.
Fuente: La Nación
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