Dos investigadores compartieron la máxima distinción a la Física de este año de la Real Academia Sueca. Sus aportes resultan fundamentales para el avance de una herramienta que revolucionó al mundo.
La Inteligencia Artificial es un avance tan importante en la actualidad que acaba de alcanzar una distinción célebre. El premio Nobel de Física se otorgó al norteamericano John Hopfield y al británico Geoffrey Hinton «por descubrimientos e inventos fundamentales que han permitido el aprendizaje automático con redes neuronales artificiales”. Esto es, el proceso básico para el avance de la Inteligencia Artificial.
Hopfield, de 91 años, creó una memoria asociativa que puede almacenar y reconstruir imágenes y otros tipos de patrones a partir de datos.
Por su parte, Hinton, de 76, quien trabaja en una universidad canadiense, inventó un método que puede identificar propiedades en conjuntos de datos de manera autónoma, lo que permite -por ejemplo- identificar elementos en imágenes.
Estos dos elementos son centrales para el «aprendizaje» de manera constante que realiza la Inteligencia Artificial por lo que se ha convertido en una herramienta fundamental en esta segunda década del siglo XXI, a la vez que plantea un complejo debate sobre el futuro del trabajo para los seres humanos y su adaptación a esta nueva tecnología.
Los investigadores trabajan en la universidad de Princeton, en Estados Unidos (John Hopfield) y en la Universidad de Torontó en Canadá (el británico Geoffrey Hinton). El comité Nobel apreció que sus avances “han ayudado a sentar las bases de la revolución del aprendizaje automático que empezó alrededor de 2010”. Esto significó una evolución que ya tiene impacto definitivo en el día a día de los ciudadanos.
Tiene un impacto constante y de altísima transformación en las actividades de las personas, las empresas y los gobiernos, -como cuando se recibe una recomendación para ver una serie basada en las que se han visto anteriormente que utilizan la IA de manera creciente. También, la propia investigación científica tiene en la Inteligencia Artificial una herramienta fundamental en diferentes campos. (como el diagnóstico temprano de posibles enfermedades graves en la medicina, por ejemplo).
Desde el año 2010, gracias a sus estudios y trabajos, la revolución del aprendizaje automático ha sido posible gracias al aumento de la capacidad de computación de los ordenadores y, por otro, al acceso a ingentes cantidades de datos con los que se entrenan las redes neuronales. Combinadas, estas capacidades son las que le dan a la AI si enorme posibilidad de «aprender y mejorar» en sus conocimientos y habilidades a un ritmo inalcanzable para la mente humana.
El mérito de estos dos físicos para el Comité Nobel es que Hopfield y Hinton sentaron las bases de esta revolución mucho antes de disponer de contar con esta enorme capacidad de computación. Fue la piedra fundamental para lo que las inteligencias artificiales son capaces de hacer en la actualidad.
El premio no solo es una consagración en el mundo de la investigación y de las ciencias. También tiene un premio de poco más de 1 millón de dólares que, en este caso, será compartido.
Fuente: A24
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