El micro del contingente xeneize se dirigió a una comisaría para que declararan los implicados en los disturbios. El vuelo se reprogramó para este miércoles por la tarde.
Luego del partido de vuelta por los octavos de final entre Atlético Mineiro y Boca donde el Xeneize quedó eliminado por penales tras otra polémica actuación del VAR, se produjeron incidentes en las instalaciones del Estadio Mineirao, que fueron protagonizados por integrantes de la delegación visitante, la Policía y dirigentes del Galo. Hubo 9 personas del conjunto azul y oro que fueron imputadas por la gresca y el vuelo pactado para las 2 de la mañana del miércoles tuvo que ser reprogramado para las 15 horas. Así, el grupo debió pasar la noche en Brasil.
Se trata de dos integrantes del Consejo de Fútbol, Raúl Cascini y Jorge Bermúdez, los jugadores Carlos Izquierdoz, Javier García, Sebastián Villa, Carlos Zambrano, Marcos Rojo, el ayudante de campo Leandro Somoza y el entrenador de arqueros Fernando Gayoso.
El entrenador Miguel Ángel Russo dijo que “se van a quedar todo el tiempo y que se van todos o ninguno”. Boca no volverá si no es con todos sus integrantes y ellos fueron hacia la delegación policial para que declaren los imputados.
Según pudo confirmar Infobae, el embajador Daniel Scioli intervino para asistir a los integrantes del equipo de Boca, el cuerpo técnico y los dirigentes, ante la posibilidad de que varios fueran detenidos. Al llegar al establecimiento policial, todos permanecieron en el autobús, mientras que fue el cónsul el que medió en la declaración junto al abogado del club, Orlando Giménez. De esta manera consiguieron mantener dentro de la burbuja a los 9 miembros de la delegación implicados en los hechos.
El objetivo primordial era destrabar el conflicto antes de las 2 de la madrugada para poder abordar el vuelo chárter que los trasladaría de vuelta a la Argentina. Sin embargo los tiempos se prolongaron y los responsables de la delegación tuvieron que reservar un hotel en Belo Horizonte para pasar la noche y reprogramar el vuelo para hoy por la tarde.
Durante el partido la delegación Xeneize, enardecida por el gol anulado a Marcelo Weigandt a instancias del VAR, ya había tenido roces con los agentes de seguridad y con Sergio Coelho, presidente del elenco rival, al que en medio del caos posterior se lo ve arrojando botellas.
Cascini y el otro integrante del Consejo de Fútbol, el Chelo Delgado, se acercaron a la zona de vestuarios y discutió con las autoridades. Comenzó como una protesta airada, pero fue levantando la temperatura. En el medio del ida y vuelta aparecieron el propio Russo, entrenador del equipo, y Somoza.
Pero uno de los agentes del orden, identificado con una pechera con el N° 145, pareció decirle algo que sacó de eje al ex mediocampista, que arremetió contra él y todo lo que se puso por delante suyo. Lo que pareció un tumulto terminó en un escándalo. ¿Se burló? La pelea terminó con Villa lanzando un dispenser y una valla, o Bermúdez a los insultos. O Izquierdoz y Marcos Rojo respondieron a la represión a las trompadas. O el plantel que huyó hacia el campo de juego por el efecto de los gases lacrimógenos.
“El video del presidente (del Mineiro) no es nada lindo, pero los muchachos me comentaron que la persona de seguridad con la que terminan a los empujones no tenía nada que hacer y empezó a insultarlos y empujarlos. Y la imagen del presidente de ellos, qué va a ser… Que no les extrañe que quieran dejar detenidos a los de Boca y con la gente de Brasil no pase nada”, arremetió el vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme en TyC Sports.
La jugada de la polémica sucedió a los 16 minutos del segundo tiempo. Un centro frontal provocó un rechazo defectuoso del arquero. La pelota le quedó al Chelo Weigandt, quien abrió el marcador con un remate potente.
Mineiro protestó una supuesta falta previa del lateral, que no existió. Pero el árbitro Esteban Ostojich demoró en reanudar porque la tecnología estaba revisando la acción. El VAR llamó al uruguayo a la pantalla y terminó anulando la conquista. ¿Por qué? Porque entendió que Diego González, en un discutidísimo offside, intentó intervenir antes de la salida del guardameta. Russo, sacado, protestó airadamente, todo el banco se fue encima de la terna arbitral. Incluso, en el momento de la revisión, hubo un par de refriegas.
Ya en la ida, a Boca le invalidaron el tanto al propio Pulpo González, quien le ganó a su marcador y anticipó al arquero para poner, de cabeza, el 1-0 parcial. Luego de varios minutos de incertidumbre, el conjunto brasileño reclamó una falta de Norberto Briasco a Nathan Silva en la jugada previa al gol del Pulpo. El juez colombiano Andrés Rojas fue a revisar lo sucedido y terminó anulando el tanto del Xeneize a instancia del VAR, que estuvo comandado por el juez paraguayo Derlis López. Ambos resultaron suspendidos por tiempo indeterminado.
El encuentro de vuelta también tuvo polémica, pero con el agravante de los incidentes que se dieron luego del partido. Fue un martes muy duro para Boca ya que fue eliminado del principal torneo de Sudamérica y no podrá cumplir con el objetivo principal, aunque su atenuante es el contexto controversial.
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