La prueba piloto del “plan platita” que ejecuta Sergio Massa a nivel nacional para intentar remontar el resultado de las PASO y meterse en el balotaje no dio resultado en Chaco, donde el derrotado gobernador Jorge Capitanich recurrió a medidas económicas para persuadir al electorado provincial.
El impacto de la dura derrota en un bastión clave del peronismo se sintió fuerte en el comando de campaña de Unión por la Patria, a pesar de que la estrategia discursiva fue atribuirla a una dinámica local distinta a la nacional, en la que -según evaluaron- tuvo especial incidencia el caso por la desaparición de Cecilia Strzyzowski.
El día después de la derrota de Capitanich en el comando de campaña de Massa lamentaron la derrota en Chaco pero al mismo tiempo buscaron dar vuelta rápido la página con la continuidad de la gira federal que el ministro de Economía, en su doble rol de candidato, viene trazando desde las PASO.
Mientras Massa viajó a entregar viviendas a Misiones, un distrito donde a pesar de que el aliado Frente Renovador de la Concordia domina con comodidad, en las primarias se impuso el libertario Javier Milei, en Buenos Aires el análisis que hacían en las distintas tribus del oficialismo daba cuenta de un cuadro de extrema preocupación.
«Era importante que (Capitanich) llegara al balotaje para fortalecer lo nacional. Coqui hizo un gran esfuerzo pero lamentablemente no alcanzó. Ahora hay que plantear otra campaña para las generales», resumió uno de los principales estrategas que colabora en la campaña de UxP.
Entre otras medidas, como el reparto de alimentos y electrodomésticos en barrios vulnerables, según denunció la oposición, en la semana previa a la elección, Capitanich dispuso adelantar el aumento del 12% de la pauta salarial para los empleados estatales previsto para octubre. Un repertorio similar al que a nivel nacional viene desplegando Massa. Las especulaciones sobre el impacto en la ciudadanía de medidas de tinte electoralista estuvieron entre los debates en distintas charlas entre dirigentes oficialistas.
Aunque evita reconocer que se trató de un plan platita el que ejecutó Capitanich, la misma fuente admite que el paquete de medidas «no funcionó», pero lo adjudica a que la elección estuvo signada por el caso Cecilia. «Dos meses y medio en cadena nacional no lo resiste ni una buena gestión como la que hizo Coqui», justificó, sin tener en cuenta los vínculos entre el gobernador y el clan Sena, sindicado por la muerte de la joven.
«Son distintos contextos y medidas muy distintas», diferencia un dirigente ultrakirchnerista que considera que el plan de Massa «no debe cambiar en nada» a partir de lo de Chaco.
Otra voz, con cargo en el Ejecutivo e involucrada en la campaña, lamentó la derrota de Capitanich porque le hubiera dado «un empujón al peronismo» en la recta final para octubre.
Es que tras las dos semanas posteriores a las PASO en las que el ministro de Economía vivió momentos de zozobra por la volatilidad de los mercados, el oficialismo viene instalando desde lo discursivo -y con ayuda de dudosas encuestas- que Massa tiene una cabeza de ventaja sobre Patricia Bullrich en el balotaje. El triunfo contundente del radical Leandro Zdero pone en jaque ese relato.
«Nosotros estamos convencidos que hay un clima distinto (a las PASO) y que Sergio va a estar en el balotaje», repiten en las filas del Frente Renovador. Aunque las dudas sobre los datos que aportan las consultoras que miden para el oficialismo surgen inevitablemente, porque planteaban un escenario parejo en Chaco: «Fallaron y van a seguir fallando porque la gente ya no responde, no porque estén mal hechas. Son un insumo más pero no el único indicador que hay que mirar», plantea uno de los dirigentes que más consulta los sondeos.
Por otro lado, la idea de un desempate chaqueño el 8 de octubre, a dos semanas de las elecciones, era el escenario ideal para Massa, teniendo en cuenta la convicción que tiene de crecer más en distritos en los que en las PASO le fue bien: en agosto, Unión por la Patria se impuso con 202 mil votos en la provincia.
Si bien este domingo Capitanich obtuvo 285 mil votos, temen que la derrota anticipada puede hacer mella en la contienda nacional. Un gobierno provincial de salida con tanta anticipación es un asunto que inquieta en el búnker ubicado en calle Bartolomé Mitre al 300, a metros de Plaza de Mayo.
Trabajarán para evitar que tenga un efecto en la organización de la campaña, con intendentes obligados a dialogar con un nuevo gobernador. «Hay que involucrar a todos y reforzar la campaña ‘Massa presidente’, acá no sobra nadie», concluyen.
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