La viuda del tres veces presidente de los argentinos, de cuya muerte se cumplieron ayer 46 años, lleva una vida austera y discreta en Madrid. Jorge Bergoglio no se ha olvidado de ella y se lo hizo saber
Carlos Luna es un exiliado argentino radicado en Suecia. Es amigo del papa Francisco con quien mantiene un intercambio epistolar -vía correo electrónico- y a quien ha visitado en más de una ocasión en El Vaticano.
En uno de esos encuentros, Jorge Bergoglio le expresó su deseo de hacerle llegar un rosario a María Estela Martínez de Perón, Isabel, como se la conoce mayormente.
Luna apeló entonces a Diego Mazzieri, un joven abogado e historiador rosarino que estaba escribiendo una biografía de la Presidente derrocada el 24 de marzo de 1976. Fue él quien le facilitó el mecanismo para hacerle llegar el obsequio a la viuda de Perón que en Madrid lleva una vida casi de reclusión, en particular desde que, en los años 2006-2007, el gobierno argentino de entonces habilitó una nueva persecución judicial en su contra.
Mazzieri confirmó a Infobae el gesto del papa Francisco y también el mensaje de agradecimiento de Isabel Perón al pontífice argentino a través de su sobrina, Norma Estela Ferreiro Martínez.
Isabel Perón es una mujer de sólida formación católica y muy religiosa. Ya no asiste a misa como solía hacer, pero recibe la comunión en su casa.
Mazzieri, en una larga entrevista con Infobae que se publicará el próximo fin de semana, comentaba que, así como Perón en sus discursos recurría a ejemplos de la filosofía y de la historia, Isabel solía apelar a las vidas de los santos que conocía muy bien.
Quizás sea a imagen y semejanza de ellos que la ex Presidente ha optado por una suerte de martirio al refugiarse en un abnegado silencio y no responder jamás a la catarata de acusaciones que regularmente se abaten sobre ella y sobre su gobierno. De hecho, anualmente, son muchos los partidos y organizaciones que llevan a cabo la proeza de condenar el golpe de Estado del 76 sin mencionar a su primera víctima, la Presidente que pasó 5 años en prisión -inédito en la historia argentina- y, como señala Mazzieri, víctima de secuestro extorsivo, ya que la Junta Militar le ofrecía el exilio a cambio de su renuncia.
En estos años, la viuda de Perón ha sido objeto de estigmatización, inclusive por gobiernos que se declaran de su mismo signo político, pero no han dudado en habilitar iniciativas judiciales que pretendían ubicarla como responsable de todos los males del reciente pasado político argentino.
Isabel ha optado casi permanentemente por el silencio. Así como no quiso nombrar abogado cuando la encarcelaron los militares porque aseguraba no haber cometido ningún delito, tampoco en años posteriores ha esgrimido argumentos en defensa propia, convencida tal vez de que sólo el tiempo disipará malentendidos y calumnias.
El rosario que le envió Francisco es el que se ve en la foto. Como puede apreciarse en la imagen, no se trata del obsequio estándar que reciben todos los visitantes a la Santa Sede luego del tradicional besamanos, sino que es uno de factura un poco más especial, de perlas blancas. Le llegó a Isabel junto con el mensaje del recuerdo del Papa hacia quien considera fue prenda de unidad de los argentinos, contó Mazzieri a Infobae.
Isabel Perón usa el rosario todos los días y en el mensaje de voz que grabó se declara muy feliz y muy agradecida al papa Francisco por haberse acordado de ella.
La viuda del General no está escribiendo un libro, afirma Diego Mazzieri. Su biografía, de próxima aparición, no es autorizada, pero el autor ha tenido sí el privilegio de poder consultar a Isabel Perón sobre algunos episodios concretos de su singular trayectoria.
[La charla completa y exclusiva con Diego Mazzieri se publicará el domingo 8 de julio]
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