Productores estiman que las pérdidas totales afectan a más de un tercio de la producción y que las hectáreas dañadas son más de la mitad.
Las expectativas con las que los productores tabacaleros encararon la actual campaña chocaron con una pared de hielo o, para ser más precisos, de granizo.
Unos 1.200 millones de pesos, o 60 millones de dólares, estiman desde la Cámara del Tabaco de Salta que serán las pérdidas ocasionadas por las tres granizadas que devastaron las plantaciones del cultivo en el Valle de Lerma, parte del Valle de Siancas y en El Jardín, al sur de la provincia.
Fueron 17.900 las hectáreas en las que se sembró tabaco en la actual campaña. El optimismo que caracteriza al sector había llevado a los productores a incorporar 900 hectáreas al cultivo habitual. Pero bastaron dos semanas para que se afecte más de la mitad de la producción y para que se pierda, irremediablemente, un tercio de la implantación.
Sobre el cierre del 2017, una primera granizada encendió las luces de alerta en torno a una cosecha que apenas arrancaba y que dejó un saldo de 2.700 hectáreas denunciadas por los productores y 1.300 constatadas con daño total por la Asociación Mutual de Productores Tabacaleros de Salta. Un puñado de días después, el 5 de enero, otra tormenta arrasó con los campos en el Valle de Lerma; como resultado, los productores dieron cuenta de una afectación de 9.400 hectáreas y, una semana después, una tercera granizada terminó de completar el panorama de desastre para el sector.
Tan grave es la situación que, al margen de que la producción está perdida, los esfuerzos ya se centran en lograr las condiciones para que los productores tengan espalda para encarar la campaña 2019.
En lo inmediato, el sector enfrenta un panorama que, si bien para el productor es de quebranto, para el trabajador es aún peor. Porque la trunca campaña corta o acorta todo el proceso que restaba tanto en campo como en el tramo de la industrialización. Porque de los 36 millones de kilos estimados para la campaña solo se cosecharán 24. Y, de esta manera, se ven afectados los puestos laborales de 17 mil empleados directos y 100 mil personas que viven del sector.
Mientras la Mutual de Tabacaleros se apresta a completar los relevamientos de pérdidas en los campos, el presidente de la Cámara del Tabaco, Esteban Amat, dijo a El Tribuno que la estimación que manejan es de entre 5.800 y 6.200 hectáreas de daño total, una cifra inédita. «Nunca había ocurrido que tengamos un daño tan alto de la producción», indicó Amat, y advirtió que «hay productores sin cosecha que quedaron con deuda de insumos dolarizada».
Proteger al trabajador
Amat planteó que se están haciendo gestiones ante Nación para que el impacto sobre los empleados de esta actividad sea el menor posible. «Vamos a solicitar que, dadas las condiciones y ante esta inusual situación que nos toca atravesar, los trabajadores puedan acceder al cobro del intertabaco sin límite de tiempo», dijo Amat, y agregó: «También vamos a plantear que el monto que se abona a cada trabajador se duplique hasta que nos podamos recuperar».
Se inicia la puja por el precio
Al margen de las complicaciones productivas que enfrentan como consecuencia de las inclemencias climáticas, el sector se prepara para la primera reunión en la que se buscará fijar el precio del tabaco para la presente campaña, que tendrá lugar el viernes en Jujuy.
Cada año, productores de Salta y Jujuy negocian en conjunto el precio de su producción ante la industria. Si bien en Salta el granizo hizo estragos con el cultivo, Jujuy no la pasó mucho mejor, afectado por el amarillamiento del tabaco. Para ambos, lograr un buen acuerdo será fundamental para atenuar el impacto del clima.
Del encuentro participarán las cámaras y cooperativas de tabaco de Salta y Jujuy, representantes de Massalin, Alliance One, la Asociación de Tabacaleros de Salta y autoridades de ambas provincias.
El año pasado, el precio de referencia se fijó en $43,18 para el tabaco Virginia, que sirve de referencia.
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