Es el sistema uninominal por circunscripción.Envió a extraordinarias el proyecto junto con la eliminación de las PASO y la financiación de los partidos.
El Gobierno envió al Congreso un ambicioso paquete de reforma política para tratar en sesiones extraordinarias, que incluye la eliminación de las PASO, la reforma de la ley de partidos, que se sumará al tratamiento de la Boleta Única Papel, que ya tiene media sanción. Sin embargo, la principal novedad de la batería legislativa es una modificación sustancial en el sistema electoral que propone eliminar la lista sábana y proporcional en la categoría de Diputados para pasar a un régimen por circunscripción en la que cada elector podrá elegir nada más que por un candidato a la Cámara baja.
En el Gobierno sostienen que ese mecanismo favorece la cercanía entre el electorado y sus representantes, porque argumentan que podrán ofrecer a los votantes una agenda local que los interpele.
De ese modo, los diputados representarían cada uno a una única circunscripción. «Cada legislador ganaría en legitimidad», explicaron en la Casa Rosada.
El proyecto establece que el diseño y la división por circunscripciones quedará a cargo del Ejecutivo en base al censo 2022, lo cual modificaría la actual composición de Diputados. Luego el Ejecutivo, deberá enviarlo a la Cámara Electoral para su aprobación 360 días antes de la fecha de las elecciones y los partidos políticos podrán presentar objeciones. Si la Justicia electoral les diera lugar a las objeciones, el Ejecutivo deberá proponer alternativas. El número de diputados nacionales a elegir, según el nuevo proyecto será de uno por cada 180.000 habitantes o fracción no menor a 90.000.
Según los primeros cálculos, la provincia de Buenos pasaría de tener 70 diputados a 98; la Ciudad pasaría de 25 a 18; Tierra del Fuego de 1 a 5. Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Tucumán también sumarían legisladores. Dieciséis provincias perderían legisladores.
En el país ya existen antecedentes en ese sentido, tras las reformas políticas de 1902, a cargo de Joaquín V. González durante el gobierno de Julio A. Roca y de Juan Perón, en 1951.
La primera solo se utilizó en los comicios de 1904. La segunda se derogó con el golpe militar de 1955. En ambos casos los sistemas era de circunscripción uninominal, vale decir que solo se elegía un diputado por zona. Esta vez, el espíritu de la norma quedó en manos del ministerio del Interior que conduce Guillermo Francos y la letra chica detrás de la jefatura de Gabinete de Nicolás Posse.
En el Ejecutivo prefieren comparar el experimento con el sistema estadounidense, aunque también se utiliza en Gran Bretaña.
Expertos en la materia rechazan la iniciativa, porque afirman que si se implementara no se respetaría el principio de proporcionalidad consagrado en la Constitución y porque favorecería a las fuerzas mayoritarias. En efecto, a los partidos o frentes que sumaran votos a través de sus candidatos en diversas circunscripciones no les alcanzaría para conseguir una banca y se quedarían sin representación en el Congreso.
«Los diputados nacionales serán elegidos directamente por el pueblo de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado. A ese efecto, cada distrito se dividirá en un número de circunscripciones igual al número de diputados que se eligen. Cada elector votará solamente por una lista integrada por un candidato titular y un candidato suplente que deben ser de diferente género”, señala el artículo de 433 del proyecto de ley ómnibus que el Ejecutivo acaba de enviar al Congreso y que modifica el artículo 158 del Código Electoral.
Con la eliminación de las PASO, el oficialismo debería encontrar menos resistencia. Hubo propuestas de todo el arco político para eliminar las primarias que se inauguraron en 2011.
El proyecto establece que dentro de los 10 días posteriores a la convocatoria de las elecciones generales se constituirá un Consejo de Seguimiento para actuar ante la Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior, que integrarán los apoderados de las agrupaciones políticas de orden nacional que participen en el proceso electoral. El nuevo órgano funcionará hasta la proclamación de los candidatos electos.
En la Casa Rosada enfatizan que la eliminación de las primarias servirá para ahorrar millones de pesos. Señalan que solo en la organización de las primarias de 2023 se gastaron $9.250 millones. Por otra parte, argumentan que la eliminación de las PASO fomentará el debate institucional dentro de los partidos políticos y que un calendario electoral más concentrado reducirá la apatía electoral.
La batería de reforma política del Gobierno se potenciará con el tratamiento de la ley de Boleta Única Papel (BUP) que ya tiene media sanción de Diputados. De ese modo la impresión y el reparto de las boletas quedará en manos del Ejecutivo y el diseño de las mismas será confeccionado por la Cámara. En el Gobierno ponderan el ahorro en la impresión de boletas y una supuesta mayor facilidad para garantizar la transparencia de los comicios con menos fiscales.
El artículo 467 de la ley ómnibus deja abierta la puerta para que los candidatos presidenciales que ahora están obligados a participar del debate por ley puedan no hacerlo. La última palabra la tendrá la Cámara Electoral que determinará la voluntad de los candidatos de participar.
El capítulo referido a la financiación de los partidos elimina el tope máximo de aportes por persona y privados de cada agrupación así como los gastos de los partidos y los espacios de publicidad obligatoria. Los fondos de los partidos políticos deberán depositarse de ahora en más en una única cuenta bancaria por distrito, a nombre del partido y a la orden conjunta o indistinta de hasta cuatro miembros
Además, el proyecto oficialista elimina las restricciones para publicar encuestas 8 días antes de la elección. El mismo día de los comicios podrían publicarse sondeos en tiempo real.
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