Macri reclamó austeridad y reducir el gasto; fue una respuesta a los gobernadores que habían criticado la reforma tributaria; el jueves les planteará la necesidad de compartir el esfuerzo presupuestario.
En la primera reunión del gabinete ampliado tras el triunfo electoral, en una respuesta de endurecimiento hacia los gobernadores y la CGT, el presidente Mauricio Macri redobló ayer la apuesta: reclamó ante todos sus ministros profundizar la «austeridad»; los comprometió con el objetivo de «bajar el gasto público y el déficit fiscal», y dejó trascender que les reclamará a todas las provincias que compartan el esfuerzo fiscal de la Nación para bajar el déficit y reducir impuestos.
Según confiaron altas fuentes de la Casa Rosada, Macri y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , les pedirán a todos los gobernadores en la reunión del jueves próximo, en Olivos, que recorten los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos en sus provincias por 1,5 o 2% del PBI en 5 años, hasta 2023. Ello implica resignar ingresos por una cifra que va de los 150.000 a los 200.000 millones de pesos, según publicó La Nación.
El Presidente; el jefe de Gabinete, Marcos Peña , y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, hicieron hincapié durante la reunión, realizada en el Centro Cultural Kirchner (CCK), en lograr una mayor «austeridad», en la lucha por bajar el gasto y el déficit nacional y provincial. También hablaron el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, ante el gabinete en pleno.
Esto se interpretó como una respuesta a varios gobernadores que criticaron la reforma tributaria anunciada el martes porque afectaría las economías regionales.
El Gobierno exige a los gobernadores que reduzcan los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos en forma gradual hasta 2023. Los consideran distorsivos, porque se aplican en cascada y quitan competitividad.
La Casa Rosada argumenta que entre 2016 y 2017, la Nación bajó la presión tributaria en 2% del PBI (retenciones al agro e impuesto a las ganancias), o sea que resignó ingresos por 200.000 millones. Y que con la reforma tributaria bajará impuestos por otro 1,5% de aquí a 2023, o sea 150.000 millones más. Cada punto del PBI equivale a 100.000.
El déficit fiscal nacional será este año de 4,2% del PBI, o sea 420 mil millones de pesos, mientras que el rojo provincial será de 0,5%, unos 50.000 millones. Las cuentas provinciales están más equilibradas por la devolución progresiva desde 2016 del 15% de coparticipación que desde los años 90 retenía la Anses.
El Gobierno también busca que las provincias contengan su gasto con la ley de responsabilidad fiscal, acordada con 22 de los 24 gobernadores. Esa norma compromete a los distritos a mantener su gasto real constante en los próximos años. Así, con un crecimiento del PBI de más del 3%, bajaría el déficit.
«La base imponible se va a ampliar mucho. Y entonces la presión tributaria para las personas va a bajar también», dijo un ministro al salir de la reunión del CCK. «El foco principal ahora es bajar el déficit fiscal y para ello el Presidente, Peña y Vidal hicieron especial hincapié en elevar al máximo la austeridad. Habrá una directiva hacia dentro del Gobierno y un pedido a los gobernadores de mayor austeridad y de compartir el esfuerzo fiscal que hace la Nación», agregó.
En el CCK, Macri dijo: «Cada uno tiene que ceder un poco, no hay otra solución». Se refería a los gobernadores y a los funcionarios. Y agregó: «Voy a ser implacable con el tema de la ética, no puede haber un mínimo desvío». Peña exigió «austeridad, sencillez y humildad».
Al salir del CCK, Peña defendió la reforma tributaria criticada por varios gobernadores, entre ellos el de Mendoza, Alfredo Cornejo, y la de Tierra del Fuego, Rosana Bertone. La suba de impuestos internos para los vinos al 10% afecta la industria vitivinícola, y la rebaja de 17% a los artículos electrónicos en todo el país le quita competitividad a la industria fueguina. El jefe del Gabinete dijo que «la serie de reformas presentadas el lunes pasado es una extraordinaria herramienta para lograr un sistema tributario más justo», minimizó las objeciones a una «partecita de la discusión» de «un par de impuestos específicos» y dijo que «todas las economías regionales se ven favorecidas». Sin embargo, agregó que no están «buscando imponer nada» y que «todo es materia de diálogo». En el Gobierno entienden a los gobernadores y están dispuestos al diálogo y a negociar las alícuotas. Pero señalan: las reformas compensan las subas de impuestos internos con la baja en Ganancias y aportes patronales y al final el resultado será neutro, no impactará en el resultado.
Sobre Tierra del Fuego, argumentan que los celulares ingresan de contrabando. Y que con la rebaja de 17% a cero del impuesto se podrán comprar en el país a más bajo precio.
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