Lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa. Se trata de un plan de «deskirchnerización» de edificios públicos.
El Gobierno confirmó este martes que le cambiará el nombre al Centro Cultural Kirchner, el antiguo edificio del Correo Central que llevaba la denominación del ex presidente desde 2015. Si bien todavía no está definido cómo pasará a llamarse, el vocero presidencial Manuel Adorni avisó que a partir de hoy «es el ex CCK».
«Se ha decidido cambiar el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner. Dejará de llamarse como tal y se le dará paso a un nuevo nombre», anunció Adorni en su habitual conferencia de prensa. Y dijo que «todavía no está definido» cómo pasará a llamarse «el ya hoy ex CCK».
Luego, en las redes sociales, la Vocería Presidencial publicó la noticia con una consigna: «¿Cómo se debería llamar?». Eso generó una gran cantidad de sugerencias de diversos nombres, desde Lionel Messi, pasando por Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges, hasta los de otros expresidentes.
El Gobierno ya había iniciado su «deskirchnerización» de edificios públicos, cuando modificó el nombre de la Casa Patria Grande Néstor C. Kirchner donde la ministra de Capital Humano Sandra Petovello tiene su despacho. La histórica casona ubicada en Carlos Pellegrini y Juncal ya exhibe una placa con su nuevo nombre: Casa Patria Libertad, que mantiene la misma estética azul y blanca de los logos de Presidencia y la Casa Rosada, que quiere emular a la de la Casa Blanca.
En el caso del CCK, la idea de cambiar su nombre había tomado fuerza durante las últimas semanas, pese a que en diciembre su nueva directora Valeria Ambrosio había dicho que el centro cultural mantendría su denominación y su actividad porque había «una identidad que preservar”. En la administración de Cambiemos, Hernán Lombardi había intentado sin éxito cambiarle el nombre.
En los últimos días, en tanto, los trabajadores de curadoría y comunicación del centro cultural ya habían recibido la orden de que, cuando se refirieran al organismo en comunicaciones internas o externas, utilicen las siglas CCK y no el apellido Kirchner. Incluso hubo quejas porque en el nuevo logo con las iniciales la emblemática K luce caída.
¿Cómo se debería llamar? pic.twitter.com/yJtTW6tW5r
— Vocería Presidencial (@Voceria_Ar) March 26, 2024
Esos cambios de nombres se suman también a la decisión de la vicepresidenta Victoria Villarruel de retirar un busto de Kirchner que estaba en el Salón de las Provincias del Congreso. «Fue orden mía retirarla porque Néstor Kirchner no fue senador, no fue vicepresidente y yo no soy su viuda», sentenció cuando le preguntaron por la escultura.
La vice también dijo que le envió el busto al bloque de Unión por la Patria «para que puedan tenerlo con ellos» y recibió duras críticas de parte del senador José Mayans y de la senadora Anabel Fernández Sagasti, ambos kirchneristas.
Este mismo mes, justamente el Día Internacional de la Mujer, el Gobierno había comunicado la decisión de realizar otro cambio de nombres que generó polémica: el del Salón de las Mujeres en Casa Rosada, que pasó a llamarse Salón de los Próceres argentinos por decisión de Karina Milei.
Entre los próceres del Gobierno, que tienen un cuadro en el salón, están Juan Bautista Alberdi, Julio Argentino Roca y Domingo Faustino Sarmiento. También Manuel Belgrano y José de San Martín. Pero el que más polémica generó fue el de Carlos Saúl Menem, a quien el Gobierno elogia por considerar que «sus reformas propiciaron el desarrollo de uno de los mayores períodos de prosperidad económica soberana jamás vistos en Argentina».
El exmandatario riojano es el único dirigente de origen peronista en la sala. No están ni Juan Domingo Perón ni Néstor ni Cristina Kirchner. Tampoco los radicales Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín, próceres de ese espacio.
El rebautizado Salón de los Próceres se mantiene cerrado a quienes visitan la Casa Rosada y es, actualmente, el lugar desde el que trabaja el flamante equipo de comunicación digital que encabeza el tuitero Juan Doe, cuyo nombre en realidad es Juan Pablo Carreira y se sumó recientemente al Gobierno para ocupar el lugar de Iñaki Gutiérrez.
El CCK cambia de nombre
El edificio en el que hoy funciona el CCK es el que supo ser sede central de la Dirección de Correos y Telégrafos, inaugurado en la década del 20 durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear. El arquitecto francés Norbert-Auguste Maillart fue el encargado del proyecto y la obra tardó 17 años en realizarse.
Esa construcción, declarada Monumento y Patrimonio Histórico Nacional, funcionó como Correo Central durante 80 años. En 2009 se hicieron trabajos de restauración y puesta en valor en las cuatro fachadas y el interior del edificio. Y en 2015 volvió a abrir sus puertas, esta vez como uno de los centros culturales más importantes del mundo.
Entre sus principales atractivos se encuentra La Ballena Azul, una sala de música sinfónica para 1.750 espectadores; una Sala de Música de Cámara para 540 personas; y la Gran Lámpara, un espacio de 2 mil metros cuadrados destinado a exhibiciones, que se ubica en el sexto y séptimo piso y está revestido por placas de vidrio que emiten luz, de acuerdo a la reseña que realizar el gobierno de la Ciudad en su página oficial.
Además, las antiguas oficinas se transformaron en espacios para proyección de videos, conferencias y exposiciones. Además, hay seis salas auditorios para más de 100 espectadores. En la cúpula, en tanto, un vidrio facetado y un sistema de luces led se convirtió en un gran foco de atención. Esta área cuenta con un escenario levadizo, bancos laterales de pinotea, luces escénicas y un exclusivo sistema de refrigeración.
«También es muy impactante la obra móvil donada por el artista mendocino Julio Le Parc. Su “Esfera azul”, hecha con placas de acrílico, corona el hall de ingreso del edificio», dice la web del GCBA.
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