La disposición indica que los ciudadanos del país vecino podrán ingresar al territorio argentino por los pasos Samoré (Neuquén), Huemules (Chubut) y Austral (Santa Cruz). Chile es el octavo país del mundo con más contagiados por millón de habitantes.
El gobierno nacional decidió permitir el ingreso de ciudadanos chilenos a la Argentina a través de tres pasos fronterizos. La medida fue avalada por la Dirección General de Migraciones y comunicada a través del Boletín Oficial.
La disposición indica que los ciudadanos del país vecino podrán ingresar al territorio argentino por los pasos Samoré (Neuquén), Huemules (Chubut) y Austral (Santa Cruz).
Hasta el momento las fronteras del país están cerradas como consecuencia de las medidas que tomó el presidente Alberto Fernández para reducir la circulación del virus Covid-19 en el país. Los únicos que pueden ingresar son los argentinos repatriados, quienes siguen llegando a la Argentina luego de tres meses de cuarentena aunque faltan miles aún repatriar.
La medida generó polémica en las localidades que están más cerca de los pasos fronterizos debido a que sus ciudadanos temen que el ingreso haga circular el virus a mayor velocidad. El temor, además, está anclado en que Chile está viviendo su peor momento en la pandemia, con un aumento importante de casos. El país vecino tiene un total de 246.963 infectados y 4.502 muertos.
El decreto 274 firmado por el Presidente el 16 de marzo establece la prohibición de ingreso al territorio nacional de personas extranjeras no residentes en el país, a través de puertos, aeropuertos, pasos internacionales, centros de frontera y cualquier otro punto de acceso.
En Villa La Angostura llevan dos meses sin casos de coronavirus. En esa localidad la medida generó temor frente a la posibilidad de entrar nuevamente en un riesgo de contagio.
Según marca la disposición publicada en el Boletín Oficial, la Dirección Nacional de Migraciones autorizó, de forma excepcional, el tránsito de ciudadanos y residentes en Chile, “en tanto que por su nacionalidad y categoría migratoria no precisen visación consular alguna salvo acuerdos bilaterales vigentes, entre los pasos fronterizos de Cardenal Samore, Huemules y el Paso Integración Austral”.
Las personas que podrán pasar deben estar sin síntomas compatibles al coronavirus y tienen que dar “pleno cumplimiento a las recomendaciones e instrucciones que disponga la autoridad sanitaria nacional”.
La disposición publicada este lunes en el Boletín Oficial modifica el artículo 1 de una normativa redactada el 18 de marzo en la que se permitía a los residentes del sur de Chile que se encontraban en otras localidades de su propio país, utilizar las rutas argentinas para regresar a sus ciudades.
Cada residente chileno que quiera ingresar debe pedir permiso en el Consultado, y luego ser autorizado por la Dirección Nacional de Migraciones. Aprobada la solicitud, la persona solamente pueda transitar por el territorio argentino con destino a la localidad que declaró previamente, explicaron aunque estos detalles no figuran en la disposición oficial.
Sobre la reciente normativa de Migraciones, Sueldo hizo referencia a la “reciprocidad” de la disposición al explicar que se trata del tránsito de ciudadanos chilenos que viven en el sector insular de Chile y que no pueden realizar el traslado en vehículos por su país por ausencia de rutas. Misma situación que deben transitar los argentinos que se trasladan a Tierra del Fuego y deben pasar obligadamente por Punta Arenas en Chile.
Según advirtieron médicos y expertos que exhortaron a aplicar un confinamiento severo para cortar la cadena de contagios, Chile, que supera a España, Italia e Irán en la cantidad de casos de coronavirus, podría duplicar el número de muertos en los próximos tres meses.
En el gran Santiago, que concentra el 80% de los contagiados del país, una cuarentena obligatoria que se prolonga por seis semanas sólo ha reducido la movilidad en un 30%, y a diario miles de personas violan las restricciones a pesar de las multas que oscilan entre los 400 y 1.300 dólares, y a penas de cárcel que pueden ir hasta los cinco años en casos de infracciones graves y reiteradas.
Chile es el octavo país del mundo con más contagiados por millón de habitantes y las autoridades admitieron que en los inicios de la pandemia fallaron en ubicar y aislar a los contactos estrechos de los pacientes confirmados, por lo que las últimas semanas se decidió encontrarlos y remitirlos a los centros de salud primaria en las 38 barriadas de la ciudad.
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