La secretaria de Energía, Flavia Royón, afirmó que un “hogar modelo” pagará un incremento promedio de $ 1.300 entre las tarifas de luz y de gas.
A dos meses de la puesta en marcha por decreto de la segmentación de subsidios residenciales, el Gobierno anunció este martes el nuevo esquema que tenía pendiente para subir las tarifas de los servicios de agua, luz y gas, junto con los topes de consumo. De esa forma, se busca ahorrar unos $ 500.000 millones.
«La segmentación ha sido pensada con un criterio de una distribución basada en la justicia social y la equidad», sentenció en conferencia de prensa la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien estuvo ultimando los detalles con su equipo en los últimos días.
En este sentido, la funcionaria añadió que «las tarifas serán asequibles a todos los argentinos» y destacó que buscan que «el subsidio llegue a quienes más lo necesitan».
La funcionaria dijo que «el aumento promedio en materia de energía va a estar alrededor, sumando energía eléctrica y gas, de 1.300 pesos; pero todo depende del consumo».
Para dar este estimado, el Gobierno tomó como base -en el caso de la electricidad- un ejemplo de consumo de 300 kWh mensuales, que arrojó aumentos cercanos a los 800 por factura
Previamente, al detallar la quita de subsidios en el gas, el Gobierno presentó un ejemplo de una «factura promedio ponderada», que en el nivel 3 pasaba de 1.650 pesos en junio a 2.146 pesos en enero. Este ejemplo se hizo en base a facturas promedio y consumos promedio a nivel nacional.
«Estamos pensado en tarifas justas», remarcó. Rayón también aseguró que la solicitud para pedir subsidios «sigue abierta», pero aclaró que van a trabajar en «la identificación de aquellos que no se inscribieron» y necesitan el subsidio.
La secretaria de Energía estimó que el ahorro fiscal será de $47.500 millones para 2022 y de $455.000 millones en base anualizada. «Esto es más de lo presupuestado originalmente, cuando se arrancó el tema de la segmentación porque se estimaba que solamente el 10% no iba a solicitar el subsidio y hoy tenemos en energía eléctrica 4,5 millones de usuarios aún no inscriptos y 3,5 millones en materia de gas», agregó.
Federico Bernal, al frente del ente de contralor Enargas, añadió que el nuevo esquema «tiene que ver con el ordenamiento tarifario con criterio federal y comprensión climática».
Bernal explicó que el aumento de la tarifa de gas para los que pierdan el subsidio será de 167%.
El subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, dijo que «se busca incentivar el ahorro del recurso, no llegando a medidas tan drásticas como están tomando algunos países».
En cuanto a la energía, Royón precisó que a aquellos que no pidieron el subsidio, se les retirará el 20 % total del subsidio en una primera etapa. Mientras que los que llenaron la planilla, pagarán la tarifa plena hasta el consumo de 400 kWh.
En tanto, los usuarios del nivel 2, correspondientes a los sectores más necesitados, se les mantiene la tarifa actual sin aumento.
Sobre el aumento en la tarifa de agua, la encargada de anunciar los incrementos fue la titular de Aysa, Malena Galmarini, quien precisó que «un usuario de Aysa paga el 36% de lo que cuesta producir un litro de agua, el resto es subsidio».
La funcionaria explicó que los usuarios del nivel alto tendrán una quita total del subsidio desde 1 de noviembre.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, precisó el promedio de aumento de los servicios de luz y gas. El límite de gas será de 93 m3.
En tanto, los usuarios de medio y bajo consumo tendrán una quita en forma progresiva y se saca en forma definitiva en marzo del 2023. Los de bajo consumo continuarán con un 15 % de incremento hasta mayo del 23.
La segmentación se inició bajo la gestión de Martín Guzmán, pero por la resistencia del kirchnerismo en el área de Energía recién empezó a instrumentarse en el breve interregno de Silvina Batakis. El esquema prevé la quita de subsidios al sector de mayor poder adquisitivo, junto con una suba del 40% al segmento medio y del 20% al de menor recursos, ya vigente desde junio.
Luego, con el desembarco de Sergio Massa, se anunció una mayor quita de subsidios. El ministro de Economía anunció que más de 9 millones de personas se anotaron para mantener el subsidio y 4 millones renunciaron o no se inscribieron, lo que representa un 30% del padrón residencial, una cantidad de usuarios mucho mayor al 10% «más rico» que había estimado Guzmán.
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