El Gobierno descuenta que el paro será un éxito, principalmente por la falta de transporte público, pero advierte que la medida de fuerza no tendrá efectos directos sobre la política económica, reclamo central que impulsa la cúpula de la CGT.
En la Casa Rosada se preparan para un día difícil, pero evitarán la confrontación con los gremios en lo que será la quinta huelga que activa la central obrera contra el Gobierno. «Necesitan descomprimir», concedió un hombre con acceso al despacho presidencial, según publicó El Tribuno.
Cerca de Macri buscaron desdramatizar los efectos del paro. «Seguimos trabajando normalmente», aseguraron fuentes oficiales. Como ejemplo destacaron que en las últimas horas el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, homologó el acuerdo que alcanzó el gremio de Comercio, que cerró un aumento del 30 por ciento con cláusula de revisión.
La Casa Rosada intentó hasta ayer mismo neutralizar el paro con la agilización del reparto de unos $2100 millones para las obras sociales sindicales y la concesión de algunos pedidos aislados vinculados a las paritarias, como fue el caso con el Sindicato de Empleados de Comercio, que acordó ayer un aumento salarial de 30%. Pero el Gobierno no encontró una salida viable al reclamo particular de los gremios del transporte, que presionan para excluir del alcance del impuesto a las ganancias los adicionales por feriados trabajados.
Presionados por los gremios de transporte, Héctor Daer y Carlos Acuña, el binomio que conduce la CGT, resolvieron avanzar hace 15 días con el paro ante la falta de respuestas frente a la inflación y la caída del empleo. En el medio, el Gobierno logró desactivar la medida de fuerza que tenían prevista para el 25 de este mes los sindicatos de transportistas en reclamo en reclamo de un alivio en los alcances del impuesto a las ganancias los días feriados.
Como sucede en cada protesta, el Gobierno avisó a las organizaciones que no permitirá el corte de rutas y la interrupción de los accesos a la ciudad de Buenos Aires. La encargada de mantener libre la circulación es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que desde temprano monitoreará la actividad.
Es en respuesta a la amenaza que ya lanzaron los organizaciones de izquierda, quienes advirtieron que habrá más de 30 cortes distribuidos en todo el país a partir de las 7. Los principales cortes estarán nucleados en los alrededores de la Capital y el conurbano, lo que dificultaría el acceso al centro porteño.
«Vamos a garantizar que la gente pueda circular para quienes quieran ir a trabajar», dijeron fuentes oficiales.
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