El ministro de Seguridad Juan Manuel Pulleiro, hizo un descargo por escrito tras el escándalo del miércoles pasado por la noche cuando se le permitió el paso a una movilización de militantes kirchneristas organizada por la diputada nacional Veronica Caliva hasta la puerta del hotel donde se hospedó Alberto Fernández.
Pulleiró descargó desde el primer momento la responsabilidad de la autorización de paso a los militantes K en funcionarios nacionales de la Casa Militar encargada del operativo de seguridad mientras duró la estadía del presidente en Salta.
Este domingo, el funcionario dio a conocer su posición a través de una carta pública en la que también contó cual fue la postura del gobernador Gustavo Sáenz durante el lamentable acontecimiento.
Este es el texto completo que publicó Pulleiro:
La triste vigilia bajo las estrellas…
En este día patrio, tras días de reflexión, frente a tantos comentarios y en algunos casos enormes falsedades sobre lo que pasó, me siento en la obligación de compartir con la ciudadania y sujetándome estrictamente a los hechos, lo que efectivamente sucedió. La noche del 16 de junio nos hizo revivir la tristeza de los salteños durante la agonía de nuestro General hace dos siglos atrás. El parque a oscuras, la tristeza del gauchaje y los infernales a pie firme al lado de su figura fue lo único que se asemejó a aquella triste noche de otoño.
La grave situación sanitaria que transita la provincia de Salta en plena pandemia nos llevó a restringir el desfile y la concurrencia de público para rendir homenaje al Gral. Güemes. Luego, la participación del Presidente de la Nación obligó a adecuar los protocolos de ceremonial y montar un estricto operativo con tres anillos de seguridad que solo permitía el ingreso de las autoridades invitadas y de los gauchos de los fortines que realizarían la guardia bajo las estrellas. Así las cosas, el operativo de seguridad a cargo de la Secretaria General de Presidencia transcurrió bajo precisos controles de seguridad por parte de la Policía de Salta. La excepción se presentó cuando unos sesenta integrantes de organizaciones sociales se acercaron al tercer anillo de seguridad y pese a la negativa de la Policía de Salta fueron autorizados a ingresar por quienes tenían a cargo la seguridad del Presidente. Los mismos funcionarios de casa militar los escoltaron hasta el hotel, donde nuestro Gobernador se vio sorprendido y molesto cuando observó la multitud en la puerta del hotel, pues no llegamos ni siquiera a advertirlo de esa situación, ni consultarlo por la decisión tomada por aquellos funcionarios.
Sufro en carne propia que se transgiversen los hechos y la injusticia que sobrelleva el Dr. Gustavo Sáenz cuando se lo critica por lo sucedido, cuando no fue informado de nada de esto e incluso nos reclamó porque se permitió que estas personas estén en las puertas del hotel porque las restricciones sanitarias eran para todos y no podía haber excepciones y nos dio la orden que no se permita entrar a nadie al monumento y asi se hizo.
No querría estar en sus zapatos gobernando con esta terrible presión, seguramente una de las más grandes que tuvo cualquier Gobernador en la historia de Salta. Justamente por eso siempre trato de no llevarle más problemas y esa noche actué de la misma manera. Soy un hombre de honor, me hago cargo de los problemas y no dejaré que otro cargue con mis errores. Trabajo incansablemente por la seguridad de los salteños y siempre dispuesto a cumplir mi juramento de Soldado de seguir constantemente mi bandera y defenderla hasta perder la vida… y hoy esa bandera es el pueblo de Salta.
Como dijera el General Güemes: “yo no pretendo ni glorias ni homenajes, solo trabajo por la libertad de mi Patria.”
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