El viernes pasado, cerca del mediodía, en el barrio privado El Tipal, ocurrió el femicidio de Mercedes Kvedaras. José Eduardo Figueroa, su marido, le quitó la vida violentamente y luego él “intentó” quitarse la suya.
Llegó para ser atendido luego en el Hospital San Bernardo, quedó completamente fuera de peligro y fue trasladado hacia el penal de Villa Las Rosas para continuar con el proceso judicial correspondiente.
Ahora, según trascendió, el femicida buscará que se declare su insania para tratar de reducir la pena que puede recibir. Son varios los indicios y comportamientos del imputado que hacen sospechar a más de uno que incurrirá en esa estrategia.
En los pasillos judiciales ya dan por hecho esa versión, y, según informó El Tribuno, la defensa habría pedido que se suspenda una audiencia en la que se iba a resolver el pedido de prisión preventiva que había elevado la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, ante la jueza de Garantías 6, Sandra Espeche.
Fuentes insistieron ayer que la estrategia para afrontar la causa será «hacerse pasar por demente». Desde que fue internado en el hospital San Bernardo, Figueroa se mostró en estado de «shock emocional», sin parar de llorar e incluso gritar.
En el nosocomio fue intervenido quirúrgicamente por lesiones leves en la zona del cuello y en los brazos. Estas heridas fueron autoprovocadas, según investigadores, con la intención de montar una escena confusa y no para suicidarse.
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