Por Carlos Saravia Day
El expresidente Alberto Fernández ha creado un nuevo género literario: “El culebrón”.
Durante la edad media es sabido el predicamento que gozaban las cortes del amor, especialmente en la Provenza, las cortes del amor y el certamen de la gaya ciencia, los más notables poetas acudían acompañados de juglares y exponían en ingeniosas estrofas difíciles y complicadas cosas de amor.
Mandaba el amor como dueño absoluto en los corazones de aquel tiempo.
Más practicabase el amor con ingenua pureza y estaba exento de misérrimas torpezas con que hoy lo adulteran los maliciosos espíritus contemporáneos.
El Código del amor que adquirió fuerza de ley dice en su artículo 30: “No hay nada que prohíba que una mujer pueda ser amada por dos hombres, ni un hombre amado por dos mujeres”. Era lo que hoy se diría amor platónico.
Considerose la noble pasión que animaba a Sigfrido respecto a Krimilda. La propia Krimilda relata después que Sigfrido le hizo mucho daño. ”Mucho sufrí con ello”, dice la dama real, “pues en castigo el cuerpo me llenó de cardenales”.
En los altos círculos estos castigos no eran vanos.
Ni siquiera una princesa estaba segura de no recibir una azotaina.
El Chamberlain del duque de Leinitz relata el caso con cierta reserva: “Su gracia uso palabras extremadamente duras contra la duquesa que había invitado gran número de cortesanos. La duquesa exclamó que no quería sentarse al lado de una ramera como madame K, luego la abofeteó a la duquesa que trastabilló. Yo alcance a tomarla entre mis brazos y decidió participar del banquete a pesar de que tenía un ojo de color muy morado debido al golpe que había recibido.
Mutatis mutandis (cambiando lo que se deba cambiar), Nihil novum sub sole (nada nuevo bajo el sol).
Terminemos, téngase en cuenta que el problema llena todas las bibliotecas sin que se haya resuelto.
Lope de vega entendido en lances amorosos, en su comedia sobre la exaltación amorosa concluye:
Que muchos que se han casado
Forzados por un amor loco
Suelen hallar poco
De lo mucho que han pensado
El amor nace antes de haber convivido. Con frecuencia perece en la prueba
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