Brenda Rocha, presidenta del CSE anunció que el oficialista Frente Sandinista obtuvo el 74.99% de los votos en un primer balance con el 65% de participación
En las primeras horas de la madrugada de este lunes 8 de noviembre, los representantes del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua ofrecieron un primer balance de las elecciones presidenciales de ese país, calificadas por la oposición y varios países como un “fraude”.
En el boletín, el cual fue detallado región por región, pone al Frente Sandinista del dictador Daniel Ortega, como la agrupación aventajada con el 74.99% de los votos del 49,25% de las actas escrutadas.
Con estas cifras, Brenda Rocha, presidenta del CSE proclama como ganador del proceso electoral a la fórmula de Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo, en una jornada que se vio marcada por la abstención, la represión y con prácticamente todos los candidatos de oposición proscritos.
No obstante, el CSE reportó una participación del 65,3% del padrón. La cifra dista mucho de los cálculos privados. Urnas Abiertas, una organización de observación electoral independiente, estimó en 18,5% la participación ciudadana, lo que deja un abstencionismo de 81,5 por ciento. Para este estudio, el organismo ciudadano integrado por especialistas de diferentes disciplinas dijo haberse apoyado 1,450 personas que actuaron como observadores anónimos en todo el país.
Las elecciones que culminaron este domingo ni fueron libres ni justas, según ha denunciado la oposición nicaragüense y organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. “Las peores elecciones posibles”, pronosticó a la víspera el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. “Una farsa”, le ha llamado la oposición, que pidió a los ciudadanos abstenerse. “Pantomima”, la denominó la tarde de este domingo el presidente estadounidense, Joe Biden.
Ortega compitió contra los candidatos de cinco partidos muy pequeños, que generalmente han sido aliados de su régimen y aceptaron participar de un proceso viciado por el arresto de siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición, acusados de “traición a la patria”.
En segundo lugar del recuento parcial se ubica el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), con 14,40% de votos válidos, y en tercer lugar el Partido Camino Cristiano (PCC, evangélico), con 3,44%. Otras tres fuerzas minoritarias y consideradas afines al partido en el gobierno obtuvieron menos del 3,27% de los sufragios escrutados hasta el momento.
Tres horas antes de conocer los resultados, miles de simpatizantes sandinistas salieron a celebrar con banderas rojinegras y se reunieron en la denominada Plaza de las Victorias y sobre la Avenida Bolívar de Managua.
Además de negar la participación de las misiones electorales como la OEA, Unión Europea y el Centro Carter, entre otras, el régimen de Ortega impidió el ingreso al país de numerosos periodistas de medios internacionales que pretendían viajar a Nicaragua para cubrir las elecciones.
Tampoco los medios nacionales independientes fueron acreditados por el Consejo Supremo Electoral, y varios periodistas independientes denunciaron que fueron impedidos de dar cobertura por “no estar acreditados por el Consejo Supremo Electoral”.
Los acompañantes electorales provienen de más de una veintena de países. Durante el acto de acreditación fueron visibles los gestos de proselitismo político que realizaban muchos de los acompañantes electorales. Cuando se tomaban fotografías hacían la señal de “dos” con sus manos. “Dos” es el número de la casilla del Frente Sandinista y las iniciales de Daniel Ortega Saavedra, por lo que se ha vuelto un gesto y número profusamente usado en la propaganda electoral sandinista.
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