Se sabe que al corazón le hace bien tener un peso saludable y el ejercicio regular. Recientes estudios revelaron que, además, también es beneficioso para el cerebro. Cuánto tiempo diario de movimiento es necesario para prevenir enfermedades y tener una memoria «a prueba de años»
La relación entre el cerebro y el ejercicio es cada vez más estrecha. Diversos estudios ya comprobaron que levantar pesas contribuye a evitar enfermedades neurológicas o que «trabajar» los músculos de las piernas mantiene las neuronas en su plenitud. La actividad aeróbica también tiene lo suyo.
Según varias investigaciones, hacer ejercicio de forma regular favorece distintas funciones del cerebro, desde la capacidad de concentración, mantener la materia gris o mejorar la memoria. Además, reduce la ansiedad, alivia el estrés y previene la depresión.
El médico neurocirujano Pedro Lylyk, fundador del Equipo de Neurocirugía Endovascular y Radiología Intervencionista de Buenos Aires (Eneri), dijo a Infobae que «entre 45 minutos y una hora de ejercicio físico regular, esto es, todos los días o día por medio, ayuda a prevenir el accidente cerebrovascular». «Está demostrado que disminuye los factores de riesgo, evita la obesidad y mantiene a raya los valores de diabetes y presión arterial», destacó.
En la misma línea se manifestaron los autores de un estudio internacional. Para Nicole Spartano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, «las personas con mala condición física general tienen respuestas de la presión arterial y la frecuencia cardíaca más altos a bajos niveles de ejercicio, en comparación con las personas que ejercitan más seguido»
Laura Phipps, de la fundación Alzheimer’s Research UK, dijo que si bien «es difícil concluir con ese tipo de estudios que un factor es definitivamente causa del otro, los resultados se agregan a la evidencia de que una mala salud cardiovascular a lo largo de la vida podría tener un efecto negativo sobre el cerebro».
La actividad física ofrece grandes resultados a cualquier edad pero son aún más los beneficios si se realiza actividad física en la adultez. «Se observó que pacientes ancianos mejoran parámetros como memoria, capacidad de reacción y capacidad cognitiva a los pocos meses (de 3 a 6) luego de un régimen de ejercicios guiados», agregó.
«Está demostrado que el ejercicio físico mejora la memoria y las demás capacidades neurocognitivas -resaltó Lylyk-. No es necesario correr una maratón, puede ser una caminata intensa; lo importante es que sea regular».
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