Se retomarán en medio de la campaña electoral; los gremios advierten la importancia de un buen acuerdo porque los sueldos quedarán congelados hasta febrero de 2018.
Después de las vacaciones y en medio de la campaña electoral, la discusión por la recomposición salarial de los trabajadores provinciales se reanudará el próximo lunes 17, según anunciaron desde el Gobierno de la Provincia.
La negociación paritaria iniciará en 12 días y no solamente se debatirá el porcentaje de incremento salarial sino además la modalidad en que será aplicado. Los gremios deberán acordar con el Gobierno un incremento escalonado, como ocurrió en la primera mitad del año, o bien un aumento no remunerativo, es decir en «negro», como sucedió en 2016.
El Jefe de Gabinete, Carlos Parodi, confirmó que en dos semanas se reunirán con los gremios estatales para comenzar a debatir el aumento, en medio de la contienda electoral. El primer encuentro será en Casa de Gobierno y será de carácter informativo. Como es habitual, el funcionario expondrá las finanzas de la provincia y los gremios comenzarán a tejer las estrategias salariales como así también los llamados a concursos y titularizaciones, reclamos siempre latentes en la mesa del Grand Bourg.
Para la primera mitad del año, se otorgó un aumento salarial de 16%: el 10% con los haberes de febrero y 6% en mayo. Como se había anunciado, en la segunda quincena de julio se tomará la discusión.
El planteo de los gremios
Como habían anticipado semanas atrás a LA GACETA, los gremios buscarán un acuerdo de 24% anual considerando los índices inflacionarios del año en curso y de los últimos meses de 2016. También indicaron que será clave el acuerdo que se logre en un año electoral y porque, además, los salarios quedarán congelados hasta febrero de 2018 cuando se inicie una nueva discusión.
Desde Amet, Sitepsa y ATE habían señalado que si bien este año el porcentaje percibido aún no fue alcanzado por la inflación, es escaso el margen y buscarán un acuerdo que los ponga a resguardo hasta el año próximo advirtiendo que habitualmente los ofrecimientos del Gobierno son licuados ante la escalada de aumentos de impuestos, servicios, canasta básica y otros insumos.
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