Los legisladores radicales, comandados por De Loredo, advirtieron sobre la vulnerabilidad jurídica del decreto; le sugieren que el Ejecutivo segmente el megadecreto en distintos apartados.
De todos los bloques parlamentarios, el de la UCR es el más incómodo con el megadecreto que dictó el presidente Javier Milei para desregular la economía. Coincide con varios de los artículos contenidos en el DNU –no todos-, pero el sesgo institucional y republicano propio del partido le impide aceptar graciosamente el formato de estas medidas porque ata de pies y de manos al Congreso.
Frente a esta disyuntiva, este mediodía se reunió el bloque de diputados de la UCR que comanda el cordobés Rodrigo De Loredo. Cuando finalizó el encuentro –que se desarrolló por zoom-, los legisladores remarcaron su predisposición a colaborar con el nuevo gobierno para que las iniciativas contenidas en el DNU “sean una realidad”. Sin embargo, cuestionaron la vía que impuso el Poder Ejecutivo para llevarlas adelante y propuso, a manera de alternativa, que el Gobierno segmente el megadecreto en distintos DNU para que los legisladores tengan la posibilidad de aprobar o rechazar las distintas medidas.
Queremos que muchas de las iniciativas que se proponen en el DNU salgan y sean una realidad. Estamos para ayudar y cooperar con el nuevo Gobierno, estamos para que aquellas reformas que necesita el país se lleven adelante.
Necesitamos modernizar la legislación del trabajo,…
— Rodrigo de Loredo (@rodrigodeloredo) December 22, 2023
“Estamos para ayudar y cooperar con el nuevo Gobierno, estamos para que aquellas reformas que necesita el país se lleven adelante”, enfatizó De Loredo. “Necesitamos modernizar la legislación del trabajo, promover la competencia para mejorar los precios para los consumidores, terminar con regulaciones excesivas para simplificar procesos y eliminar burocracia, terminar con las trabas, declarar la esencialidad en servicios como la educación y la salud, brindar facilidades para trabajadores independientes con pequeños emprendimientos, darle libertad a los trabajadores para elegir su obra social, incentivar una política de cielos abiertos, entre otras”, agregó.
Sin embargo, los diputados radicales advirtieron que la herramienta del DNU no sería la más adecuada para llevar adelante estas medidas ya que, a su juicio, es jurídicamente vulnerable. “Para salir de la decadencia la Argentina necesita construirse sobre bases sólidas y garantizar seguridad jurídica en las decisiones, para que puedan cumplirse y perdurar en el tiempo –sostuvo luego De Loredo, al finalizar la reunión de bloque-. Debemos evitar que por excesos en la herramienta utilizada no se cuente con esa fortaleza jurídica que les de sustentabilidad, previsión y confianza. Tenemos que evitar una judicialización excesiva de los temas.»
Ante la decisión de Milei de no dar marcha atrás con el DNU, los radicales esbozaron dos posibles caminos. Uno de ellos, que el Gobierno remita las reformas de forma segmentadas en varios DNU para su tratamiento. Como segunda alternativa, la aprobación parcial de las propuestas contenidas en el decreto. Esta segunda opción, sin embargo, estaría invalidada por la propia ley que regula los decretos de necesidad y urgencia –sancionada en 2006- que impide a los legisladores aprobar o rechazar parcialmente los decretos. En el radicalismo estudian vías alternativas para habilitar esta posibilidad que, de ser plausible, resolvería el problema.
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