Además, el martes se entregó otro sujeto que tenía pedido de captura.Investigan si se trata de una organización narco dedicada al secuestro exprés.
La primera parte de la investigación del secuestro extorsivo que se confirmó la semana pasada en Salta capital parecería haber llegado a su fin. El Tribuno pudo confirmar que el hombre que tenía pedido de captura y se mantenía prófugo de la Justicia se entregó el martes último, mientras que ayer el fiscal federal Eduardo Villalba ordenó la detención de quien sería el líder de la organización.
El miércoles 15 de abril pasado un joven de 19 años fue secuestrado por integrantes de la organización que investigan. Cerca de las 18.30 salió de la casa de su madre en el macrocentro salteño, dos horas después los secuestradores comenzaron a extorsionar a su progenitora con matar al muchacho. Exigían una suma cercana a los 12.000 pesos a cambio de su libertad.
Fue liberado en la madrugada del jueves, sin que el rescate llegara a pagarse. Dos de los tres delincuentes que en ese momento se habían trasladado hasta una plaza del barrio Castañares, zona norte de Salta capital, fueron detenidos por personal de la Gendarmería Nacional y policías de la comisaría 5, mientras que un tercero se fugó y era intensamente buscado. Después de realizar una llamada, decidió entregarse y se presentó en las oficinas de la Justicia federal.
Tras la tercera detención, investigadores de la Gendarmería siguieron con las pesquisas hasta recibir las órdenes por parte del fiscal actuante y dispuesto por el juez Federal, Leonardo Bavio, de detener al presunto cabecilla de la organización. Además, también secuestraron el Ford KA rojo donde habrían trasladado al secuestrado.
Con la detención de quien sería el líder de la banda, y otros tres hombres vinculados al secuestro extorsivo, por el momento se descarta la existencia de otros prófugos. Sin embargo, las diligencias siguen su curso. Se trata de un delito que hace al menos tres o cuatro décadas no se confirmaba en la provincia, un hecho de suma gravedad tipificado en el Código Penal con penas que van desde los 5 hasta los 25 años de prisión efectiva.
Según fuentes consultadas por El Tribuno, la Justicia federal investiga una organización ligada al narcotráfico, con lógicos vínculos al narcomenudeo, y trata de establecer si la exigencia de dinero a cabio de la libertad de una persona fue circunstancial o se trata de un modus operandi de la organización.
El engaño
Tras salir de su casa con destino a la casa de un amigo, donde había otros jóvenes más, con quienes habían arreglado comprar un kilo de marihuana, el joven secuestrado se había ofrecido como intermediario, señalando que se había contactado con otro sujeto que a su vez conocía a un vendedor.
La comercialización del estupefaciente se ejecutó y el grupo de cinco personas, entre ellas dos mujeres, divididas en dos vehículos, un Peugeot 206 y un Ford, regresaron a la vivienda de uno de los jóvenes, próxima a calle Ameghino y Vicente López. Cuando abrieron el paquete se dieron con la sorpresa de que se trataba de un ladrillo con pasto tensado. Desde ese momento el joven de 19 años pasó a ser secuestrado y amenazado de muerte por quienes minutos antes habían confiado en él para adquirir la droga.
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