En un procedimiento que se concretó en el Grupo 244 de Castañares efectivos policiales de esa barriada y del Sector 3 hirieron a una mujer embarazada con una bala de pintura
A raíz de este conflicto intervino la Fiscalía de la zona y la oficina de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad investiga la responsabilidad del personal que intervino. Todos los efectivos fueron desplazados y reemplazados, según informó el oficial Daniel Gómez Medina a Nuevo Diario.
La embarazada, una joven de 17 años, fue trasladada por los mismos vecinos al Centro de Salud y de ahí derivada al Hospital Público Materno Infantil, de dónde fue dada de alta por la noche.
“El Sistema de Emergencia 911 recibió un llamado de los vecinos que informaba que un grupo de al menos diez personas consumían sustancias prohibidas en el centro vecinal, al proceder al despeje, el personal fue atacado y en ese marco se detienen a dos muchachos”, detalló Gómez Medina.
El oficial señaló que durante la detención de los adolescentes de 14 y 17 años, dos mujeres intentaron entorpecer el procedimiento por lo que una de ellas resultó lesionada por el impacto de un proyectil de pintura que dispara uno de los uniformados.
Lo que dicen las imágenes
En un video que fue tomado por una de las vecinas de la Manzana 14 de Castañares, se observa cuando los uniformados detienen a dos jóvenes, los suben a un móvil policial e intervienen dos mujeres, una de ellas hermana del menor de 14 años, que a pesar de estar rodeadas de varios policías intentan frenar la detención.
Sin embargo, cuando la camioneta policial arranca para seguir su curso, y ya en movimiento, uno de los uniformado hace dos disparos, uno de ellos impacta sobre la embarazada y la tira al suelo. La camioneta siguió de largo.
Relato de los familiares
De acuerdo a lo manifestado por Eduardo Mareco, tío de uno de los detenidos, “por un llamado de los vecinos la policía fue a hacer un procedimiento a unos 300 metros de la casa, donde adultos se tiraban piedras, pero los policías no lograron pillar a ninguno”.
Es por eso, que según Mareco, los efectivos dieron la vuelta e ingresaron a un pasaje y encontraron a los jovenes que se dirigían a un kiosco a comprar gaseosas.
“Mi sobrino salió de casa y le pidió a su amigo que estaba en frente que lo acompañe hasta el kiosco, la policía le pregunta a dónde iban y lo dejan pasar. Después el patrullero los encierra”, detalló.
Valeria Benítez, madre de la embarazada, afirmó que “la policía dónde tiene que meterse, no va. ellos para justificar el llamado llevan a cualquier perejil que encuentran en la calle”.
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