Con esposas, en alpargatas y con exceso de peso, así se lo vio al exintendente Manuel Conejo en el hospital Oñativia.
El exintendente de Campo Quijano, Manuel Cornejo, fue visto el lunes por la mañana en un estado de salud deteriorado, custodiado por la Policía Provincial en el Hospital Arturo Oñativia de Salta. Condenado por corrupción, Cornejo permanece en la Alcaidía General con una enfermedad cardíaca preexistente y recientes complicaciones endocrinológicas.
Testigos indicaron que Cornejo lucía desaliñado y con sobrepeso. Su detención ocurrió el 21 de marzo en Campo Quijano, después de que la Sala 2 del Tribunal de Impugnación confirmara su condena, rechazando los recursos de casación de la defensa. El juez Guillermo Pereyra, de la Sala IV del Tribunal del Juicio de Salta, lo había encontrado culpable de peculado e incumplimiento de deberes como funcionario público.
Durante su visita a los consultorios externos del Oñativia, allegados a Cornejo comunicaron a El Tribuno que solicitó exámenes médicos debido al agravamiento de sus dolencias, exacerbadas por el estrés de su detención. Cornejo, que está medicado, requiere la administración diaria de pastillas.
Se supo que el día de su detención necesitó de sus remedios ya que no fue trasladado inmediatamente a la Alcaidía para permitirle tomar su medicación, una solicitud aceptada por la Justicia antes de ser detenido en Salta. En julio del año pasado, Cornejo fue sentenciado a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para cargos públicos, tras ser hallado responsable de peculado en tres instancias. A pesar de la sentencia, el juez Pereyra le permitió permanecer en libertad hasta que la condena fuera definitiva.
Aunque condenado, Cornejo pudo postularse como candidato a intendente de Campo Quijano en las elecciones provinciales. Posteriormente, su abogado defensor propuso que, debido a su mal estado de salud, Cornejo cumpliera su condena en arresto domiciliario. Este planteamiento forma parte de una nueva solicitud ante la Justicia, considerando los problemas de salud comprobados del exintendente.
El legado de corrupción
La gestión del exintendente Manuel Cornejo dejó una estela de dudas con los funcionarios públicos con consecuencias profundas y duraderas. La malversación de fondos públicos, estimada en una cifra astronómica actualizada de $1.000 millones de pesos, aún golpea el corazón financiero de esta localidad. La falta de fondos comprometió los servicios esenciales y paralizó proyectos de infraestructura clave.
Incluso la confianza de los ciudadanos en sus representantes ha sufrido un duro golpe. La sombra de la duda se ha cernido sobre las instituciones de esta comunidad. En respuesta a la crisis de confianza, la reciente elección de Lino Yonar como intendente encendió una luz de esperanza. Con promesas de una auditoría interna exhaustiva, Yonar se ha comprometido a desentrañar el enredo de irregularidades y a restaurar la integridad en la administración municipal.
El caso de Cornejo no es solo un recordatorio de los riesgos inherentes al poder sin control, sino también un llamado a la acción para fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas en los municipios de la provincia.
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