Para el menor de los hermanos Benavides y representante de Husqvarna la etapa La Rioja-Belén «fue igual o peor que la de un Dakar», en el trayecto de 339 kilómetros de especial y 120 km de enlace. Olmedo y Núñez siguen en camino en este tramo.
Luciano Benavides llegó antes del mediodía al polideportivo de Belén, en Catamarca, donde está instalado el campamento de la etapa 2 del Desafío Ruta 40 tras haberse quedado con el segundo lugar, por detrás de Tosha Schareina (a 4 minutos y 43 segundos en la general). Sin embargo, las noticias son aún mejores en el Mundial porque Schareina no suma puntos y el actual líder Toby Price rompió suspensiones en el tramo La Rioja-Belén y quedó muy relegado.
Para el menor de los hermanos Benavides y representante de Husqvarna esta etapa «fue igual o peor que la de un Dakar», en el trayecto de 339 kilómetros de especial y 120 km de enlace.
El salteño se enteró por El Tribuno de la rotura de suspensiones de Price y dijo que «es una competencia muy dura y cualquier cosa puede pasar. Esto es día a día. Belén, de hecho, es un lugar que me trae recuerdos porque acá salí en helicóptero en mi primer Dakar (2018). Estoy muy contento con el cariño de la gente».
Tras la finalización de la etapa 2 y a la espera del primero de los tramos Belén-Belén (este miércoles), se mostró preocupado: «Tengo unos dolores en la espalda, sin embargo me siento bien porque he trabajado mucho».
Tosha Schareina, líder de la carrera, dijo que pese a no competir por el Mundial «es un lindo desafío estar acá y tener a un gran piloto argentino como Luciano Benavides siguiéndome».
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