En las últimas horas, se produjo un quinto arresto y se hicieron varios allanamientos. Según actas y testimonios, la Justicia tiene una idea preliminar de cómo estaba el hotel y cómo se trabajaba al momento del colapso.
en el marco del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, las autoridades localizaron este miércoles por la noche a la segunda víctima fatal. Se trata de María Rosa Stefanic (52), quien había sido la propietaria del hotel. Las tareas de búsqueda de los seis desaparecidos y de la remoción de los escombros la encabeza 194 efectivos de seguridad, 153 bomberos, y la brigada K9, y no cesan. Los detenidos están acusados del delito de estrago culposo agravado. Un jubilado de 84 años fue hallado sin vida tras el colapso y su mujer, de 79 años, fue encontrada con vida y está internada.
La fiscal Verónica Zamboni, que investiga el derrumbe en el Apart Hotel Dubrovnik de la ciudad de Villa Gesell que dejó dos muertos,una mujer herida y seis desaparecidos, no sólo tiene en la mira a los cuatro albañiles presos y acusados de estrago culposo agravado. También revisa con lupa cada rincón: ha hecho varios allanamientos en las últimas horas y un contratista se convirtió en el quinto detenido.
Pero, además, la funcionaria judicial observa al detalle la labor de los arquitectos que estaban detrás del proyecto, como del Municipio. En ese contexto, varias irregularidades se descubrieron. “Se sumaron dos obras conjuntas, con maquinaria pesada, gente tocando y peso sobre el lugar. En principio, eso hizo que colapsara”, esbozaron a grandes rasgos las fuentes consultadas por Infobae la trama detrás las variables que se conjugaron para el martes a la madrugada el edificio de 10 piso colapsara y dañara viviendas linderas.
Para empezar, las fuentes consultadas por este medio explicaron que, por testimonios y actas a las que accedió la justicia, se pudo comprobar que el problema no era reciente. Ya había signos de deterioro cuando el Dubrovnik estaba en manos de María Rosa Stefanic (52), la mujer que este año había vendido el hotel que fundaron sus padres croatas y que este miércoles por la noche fue hallada sin vida entre los escombros.
“En principio, y muy provisorio, se ve que el edificio ha tenido algún problema estructural de vieja data”, completaron las fuentes y de ellos tienen testimonios y actas de que hablan “de rajaduras y varios signos en el hotel que indicaban que había un problema estructural desde los cimientos”.
En ese contexto, las autoridades descubrieron que al momento del derrumbe, a cargo de la nueva administración del hotel, había dos obras en el lugar en simultáneo e independientes entre sí. Cada una tenía su arquitecta, con sus obreros y capataces o contratistas. Todos trabajaban de manera aislada de los otros.
Así, unos se encargaban del nuevo ascensor, cuya obra estaba en la parte delantera y que quedó intacta. Y los otros “hacían las refacciones, supuestamente, menores, que son donde se produjo el derrumbe”, ampliaron las fuentes del caso.
Y detallaron que ante la fiscal Zamboni “uno de los contratistas básicamente se declaró confeso y dijo que él le pagaba a la gente”. Lo que alegó es que no sabía que había una notificación de paralización de la obra de parte de la Municipalidad: el documento fue enviado hace más de dos meses y forma parte de la causa judicial.
Lo cierto es que de los dos arquitectos que trabajaban actualmente en el Dubrovnik las fuentes comentaron algo que les llamó la atención: “Una tienen una constructora en Mar del Plata y constituyó sede en una cochera, raro”.
Pero no serían las únicas: sospechan que habría alguien más que se encargaba de contratar a la gente de manera irregular, todo sin contratos y con arreglos independientes. En ese contexto, se hicieron varios allanamientos en las últimas horas, incluso en una terminal asociada a la empresa que ahora es dueña del hotel. Pero, sobre todas las cosas, se logró la detención de un quinto sospechoso: un contratista.
Por lo pronto, la fiscal indagó este miércoles por más de siete horas al capataz y a los tres albañiles que salieron con vida del hotel. Según pudo saber Infobae, los imputados fueron identificados como Celso Paco Pérez, de 66 años, y Sergio Daniel Paco Laura (33), ambos de Villa Gesell; Miguel Andrés Choque Juchani, de 26 años y con domicilio en Ostende, y Diego Alberto González, de quien no se aportaron datos.
El capataz y los albañiles habían sido arrestados mientras huían del derrumbe. Todos quedaron imputados del delito de estrago culposo agravado por la muerte de Federico Ciocchini, un jubilado de 84 años oriundo de Balcarce, y que vivía en la propiedad lindera al hotel que sufrió daños estructurales tras el derrumbe; y de Rosita Stefanic, la ex dueña del lugar.
Además, la esposa del vecino fallecido, María Josefa Bonazza, de 79 años, fue rescatada de los escombros y está hospitalizada en Mar del Plata: Fernando Burlando se convirtió en su abogado.
Mientras tanto, continúan las tareas para dar con los seis desaparecidos, quienes se alojaban en la planta baja y el primer piso de la propiedad que se desmoronó la madrugada del martes.
Fuente: Infobae
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