Una joven de 21 años que trabaja en una minera en la Puna salteña se presentó en la enfermería de la empresa, donde el enfermero le dijo que debía masajearla por las fuertes contracturas que tenía en la espalda. Pero se le fue la mano.
l abuso, según lo informado por la policía a InformateSalta, fue denunciado por la joven, quien reside en San Antonio de los Cobres y se desempeña en la empresa minera Borax Argentina, en el Yacimiento Tincalayu , que tiene su base de operaciones a más de 200 kilómetros de la localidad de Santa Rosa de los Pastos Grandes, en el departamento de Los Andes.
En el lugar, la empresa cuenta con la atención básica para los empleados, entre ellos una enfermería móvil, a la que la joven acudió debido a fuertes dolores que sufría en la espalda, oportunidad en la que el acusado la dijo que con unos masajes ya se le iba a pasar.
En vista de ello, le pidió que se recostara en la camilla y se descubriera la zona de la espalda para poder aplicar los masajes quiroprácticos, los que comenzaron a hacer efecto casi de inmediato en la joven, quien de pronto sintió que el enfermero se había desviado de su propia prescripción.
Resulta que al enfermero se le fue la mano, en realidad las dos, y pasó de la espalda a la cola de la paciente, la que comenzó a masajear con mucha más dedicación aún por encima del pantalón, lo que fue advertido por la joven de inmediato.
Tras reclamarle a gritos el manoseó sexual del que era víctima, la joven se marchó de la enfermería y dio a conocer lo sucedido al supervisor, quien tomó cartas en el asunto, como así también derivó a la víctima al hospital de San Antonio de los Cobres.
Después de estar internada por tres días, la joven se repuso y radicó la denuncia del caso en la dependencia policial de esa localidad, en la que acusó al enfermero por el delito de abuso sexual, hecho que ahora se encuentra en manos de la justicia.
Agregue un Comentario