La concejal Alicia Vargas, dijo que le pareció adecuado el armado de rejas para preservar el espacio verde, pero que más allá de eso, no vio muchos cambios “para el monto de la obra”.
Apenas iniciada una nueva sesión ordinaria en el Concejo Deliberante de Salta, la edil Alicia Vargas tomó la palabra para referirse a la reciente apertura parcial de la plaza 9 de Julio.
Comenzó describiendo los sectores que se fueron habilitando, cerca de las fechas del Milagro salteño, y dio el visto bueno a las nuevas rejas que delimitan el espacio verde resguardándolo.
Sin embargo, fue lapidaria al decir que más allá de eso, “no vio muchos cambios para el monto de la obra”. A continuación, realizó un detalle exhaustivo de los montos que se manejaron durante el desarrollo de la misma. Contó que la obra inició con un presupuesto de 109 millones de pesos, de los cuales el Municipio debía esgrimir 59 millones, y el resto corría por cuenta de Nación.
Vargas analizó las siguientes “obras complementarias” que se fueron sumando al proyecto principal, y terminaron dilatando el plazo y presupuesto de la obra en general.
Detalló que cuando se realizó la contratación por adjudicación simple, se lo hizo con un precio inicial de 131 millones de pesos; y junto a las tres obras complementarias, el proyecto llegó a un total de 253 millones de pesos.
Por tanto, concluyó denunciando que la puesta en valor de la plaza 9 de Julio, fue más cara que la obra del nuevo puente de la Ayacucho, que según datos de la Municipalidad, costó cerca de 200 millones de pesos.
Como reflexión final, dijo que “no justifica en absoluto” el dinero invertido, ya que no vio mucha magnitud en la obra, sobre todo con el cambio de baldosas, que no consideró necesario; y adelantó que la totalidad de la tarea se terminará después del Milagro.
Agregue un Comentario