Este miércoles, el recinto del Concejo Deliberante recibió a funcionarios de la ciudad y a empresarios, quienes, junto a los ediles, debatieron aspectos que – entienden – deben tenerse en cuenta a la hora de redactar una nueva ordenanza que regule las actividades nocturnas.
El crecimiento de la ciudad de Salta trajo consigo la expansión de paseos recreativos en distintas zonas, muchas de ellas, no preparadas para recibir una gran afluencia de público. A ello se suma que, en estos lugares, son recurrentes las quejas de vecinos por ruidos molestos hasta altas horas de la noche.
En ese contexto, concejales, empresarios y funcionarios municipales se reunieron en el Concejo Deliberante para, en plenario, abordar todas las aristas de la actividad nocturna con el fin de redactar una nueva ordenanza que la regule.
“Me parece positivo unificar toda la legislación vigente en una sola ordenanza”, aseguró, a su turno, Juan Chibán, vicepresidente de la Cámara Hotelera Gastronómica de Salta.
Explicó, en este punto, que desde el sector que representa nunca estuvieron de acuerdo en que paseos como el de calle Balcarce tuviesen normas de regulación exclusivas, aunque, advirtió, en su momento, prestaron su apoyo por una cuestión coyuntural.
Indicó, en tanto, que la actividad de locales nocturnos no es estática ya que van surgiendo tendencias como la de cervecerías o restaurantes que, pasada una hora determinada, se transforman en lugares bailables y a la hora de los controles “empiezan los problemas”.
“Teniendo esta ordenanza vamos a evitar las fiestas ilegales; la gente tiene que divertirse en lugares seguros y habilitados”, disparó Chibán.
Para el referente empresarial, se hace necesario que la nueva ordenanza aborde puntos como la capacidad de los locales, considerando que la norma actual es “restrictiva” a tal punto que, según esta, todos los locales gastronómicos de la ciudad están en falta.
“Otras ciudades del país ya avanzaron en este sentido y están tomando otras capacidades distintas a lo que dicen la Ley de Higiene y Seguridad. Queremos que se haga algo lógico y coherente con los locales, mientras se cumpla con todas las normas no es peligroso. Una persona por metro cuadrado es ridículo”, aseguró.
Por su parte, el concejal José Gauffin advirtió que la nocturnidad engloba muchos intereses económicos dado que, de un tiempo a esta parte, los paseos nocturnos se han convertido en atractivos para salteños y turistas, por lo que – consideró – “es una actividad que hay que cuidar desde el Estado”.
En tanto, sobre la capacidad de los locales, el edil explicó que no se puede modificar mediante ordenanza y que el tema debe abordarse desde el punto de vista legal.
“En realidad, la capacidad de un local está ligada a los medios de egreso del lugar”, señaló.
Dijo observar, por otro lado, que en el Paseo Güemes está pasando lo mismo que pasaba en un principio con el Paseo Balcarce, es decir, existe un impacto negativo en quienes son vecinos de estas zonas respecto al sonido, las peleas callejeras, el tránsito y la descarga de mercadería.
“Creo que a este código de nocturnidad podríamos adosarle normas de convivencia. Hay que alentar, también, a que la rentabilidad del negocio sea buena. Nadie quiere demonizar el baile. Creo que los empresarios deben cuidar a los vecinos y la actividad en sí”, finalizó Gauffin.
A su turno, la Jefa de Gabinete municipal, Agustina Gallo, solicitó que se agrupen todos espacios en el Código Urbanístico como normativa única para regular el conjunto de los locales a fin de facilitar la habilitación y control.
“El Código Urbanístico se puede conversar, pero sería ridículo armar normativa por cada cosa”, dijo al tiempo que consideró que las peñas también deberían sumarse: “sabemos que existe una ordenanza puntual que a nosotros nos trae problemas, es un bar con espectáculo no debería tener una condición aparte, por una cuestión turística se lo pensó, pero otros que venimos de otros palos lo consideraríamos estigmatizaste”, expresó la funcionaria.
Por otro lado, Gallo puntualizó sobre las multas, “son muy bajas” dijo y sostuvo que genera conflictos en la reincidencia.
Sobre lo que falta, Gallo puntualizó en una normativa sobre locales culturales respesto a las condiciones técnicas para su habilitación y posibles convenios con dueños del local. “Sino, en nombre de la cultura disfrazamos los bares”, dijo.
En este sentido también se señaló la falta de reglamentación en deck, luces y construcciones sobre veredas; sobre carpas y lugares cerrados que habilitan patos internos para controlar ruidos molestos; y la posibilidad de rever el porcentaje tope al pedir habilitación de un matiné.
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