El Rojo logró su segundo triunfo consecutivo y respira en la tabla anual. Mauricio Isla y Matías Giménez marcaron los goles del triunfo. En los últimos minutos descontó Eric Ramírez para el local.
Los abrazos y esas sonrisas que fluyen en el final, cuando el triunfo está consumado, pintan de cuerpo entero a Independiente. El ciclo de Carlos Tevez tiene puntaje ideal (6/6) y las victorias se suceden, dos en cadena por primera vez en el año y habrá que remontarse, casualmente, al último septiembre para encontrar una marca semejante y con Julio Falcioni como entrenador. Hay un impulso anímico que, por ahora, maquilla cualquier falencia.
También, un acierto del técnico. Matías Giménez es ese “9” potente, que no da una pelota por perdida, un reflejo de lo que siempre brindó el astro de Fuerte Apache. El sanjuanino había perdido terreno con Ricardo Zielinski, volvió a la titularidad en este nuevo proceso y marcó tres goles en dos partidos.
Independiente juega poco, pero es intenso y corre todas, a pesar de contar con un plantel grande (promedio de edad de 31 años). Abrió temprano el partido y lo liquidó en el final. En el medio, sufrió poco en su área, donde Rodrigo Rey mostró sus reflejos en la situación más clara en la que le tocó intervenir: un tiro libre de Pablo De Blasis que anticipó de cabeza el Pata Castro y halló una notable respuesta del número uno santafesino.
Gimnasia hace once partidos que no gana y decantó en la renuncia de Sebastián Romero. Tiene poca materia prima y Chirola lo padeció, aunque resultó extraño el cambio que hizo en el complemento, cuando sacó a Benjamín Domínguez, el más desequilibrante. Sintió la salida de Ignacio Miramón y Alan Lescano y los refuerzos, por ahora, no cambian la ecuación.
Jugar con el descenso en la cabeza, perdiendo como una daga, no era fácil para unos y otros. Y había una tensión que se palpaba en el Bosque, donde aquí Independiente no ganaba desde 2011. En este contexto, el Rojo vestido de blanco se puso en ventaja muy pronto, en su primer ataque a fondo
Fue a partir de un lateral de Ayrton Costa que arremetió Damián Pérez, Giménez emprolijó para Alexis Canelo y el tucumano limpió para la llegada de Mauricio Isla. El chileno sacudió abajo y dejó sin chances de Tomás Durso.
El reloj no había cruzado la frontera de los 10 minutos. Desde ese momento, la mayor responsabilidad estuvo en los pies de los futbolistas de Gimnasia. Sin embargo, se lo hizo muy difícil preocupar a Rey. Con la excepción de Domínguez, atrevido, encarador y punzante, el resto no acompañó.
De Blasis y Rodrigo Saravia empujaban en el medio, pero les faltaba inspiración en tres cuartos. Cuando Domínguez mostraba su repertorio de enganches, pisadas y quiebres de cintura, Gimnasia parecía encender la ilusión. No obstante, Cristian Tarragona quedaba encorsetado entre los centrales y Eric Ramírez pisaba poco el área.
Gimnasia aprovechó las deficiencias de Iván Marcone. En el 4-1-3-2 que planteó Tevez, el capitán sufría en la mitad de la cancha. Ahora, cuando el juego se volcó por los costados, el Lobo no tuvo buenas resoluciones de sus laterales. Ni Bautista Barros Schelotto ni Rodrigo Gallo fueron precisos en los centros.
Independiente también desnudó los errores del fondo de Gimnasia. Canelo tuvo una clara y tapó Durso. Giménez definió desviado tras un pase pinchado de Saltita González. Cuando se aproximó al área local, fue amenazante, pero lo hizo muy poco.
Y hubo una polémica, claro. La infracción de Leonardo Morales sobre Canelo, un pisotón de atrás que derribó al delantero adentro del área. Rey Hilfer podía no verlo; el VAR, de ninguna manera podía obviarlo. ¿Cuánto habrá pesado el escándalo de la semana pasada, cuando Fernando Rapallini sancionó una controversial falta que terminó derivando en el penal con el que Independiente venció a Vélez?
Chirola movió las piezas en el entretiempo. Ingresaron Castro y Luciano Gómez. Fue todo muy cortado, con Gimnasia como protagonista, pero sin claridad adelante. Tevez refrescó con el ingreso de Sergio Ortiz, más dinámico en el medio. Y mientras su rival se deshacía adelante, encontró una contra a través de una pérdida de Franco Torres ante Costa y Giménez definió con jerarquía.
El descuento, un gol en contra de Joaquín Laso a partir de un anticipo de Ramírez tras un córner de Gómez, no cambió el panorama. Independiente terminó victorioso. Y la esperanza de sobrevivir en Primera a tener otro color.
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