El cura párroco de la Iglesia «San Lorenzo Mártir», Oscar Ossola negó que haya existido violencia de género, «las monjitas no saben de eso que es una ideología que está entre nosotros», describió que por este conflicto, «Cargnello está echo pomada».
En la homilía del lunes pasado sostuvo que el conflicto entre el Arzobispado y las monjas Carmelitas comenzó cuando las monjas del Convento San Bernardo le propusieron a Cargnello dejar de ser carmelitas para convertirse «en las primeras monjas de la Virgen del Cerro» por una visión de María Livia.
Ossola tildó de aberración la denuncia realizada por tres monjas en contra de Cargnello por supuesta violencia de género. «Lo destruyeron, lo destruyeron, no solamente aquí sino en todo el mundo», enfatizó y puso en duda que esa denuncia haya surgido por motus propio de las carmelitas porque «ellas no saben nada de violencia de género, que es una ideología que está entre nosotros»
Ossola cuestionó la repercusión periodística del enfrentamiento, y contó que todo comenzó cuando «el año pasado, a mitad de año, aproximadamente, las hermanas carmelitas le plantea su decisión de dejar de ser carmelitas para convertirse en las primeras monjas de la Virgen del Cerro, en realidad de la Fundación Inmaculada Madre». Ossola dijo que Cargnello les preguntó: «¡Cómo van a dejar de ser carmelitas si el Carmelo está en Salta de 1840, casi dos cientos años y es el pulmón espiritual y las necesitamos y son parte de la iglesia Católica…»
-«No no monseñor, la virgen nos dijo que nosotros tenemos que dejar de ser carmelitas para ser monjas de la virgen del cerro…», insistieron las monjas del Convento San Bernardo.
«Es impensable que a las monjitas solas se les hubiera ocurrido esa disposición, ellas se remiten que la virgen le dijo, por supuesto a las monjitas no se les aparece la virgen, sino que se les aparece a María Livia, y es ella la que les dijo que se tenían que pasar a la fundación.»
Y siguiendo con el relato inicial, agregó que otro día Cargnello volvió al convento y les dijo: «Hermanitas Uds. han pesando dónde van a ir vivir, porque esta casa donde están es de las monjas Carmelltas, porque si pasan a ser de la Fundación Virgen del Cerro no pueden seguir acá». «Monseñor se lo repitió una y mil veces… tienen una espiritualidad de siglos, Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús, es toda una tradición de antes de Cristo. ¿Uds. dicen que todo eso no las representa y renuncian a eso…para empezar a ser monjitas de la virgen del cerro…?
Ossola cuenta que esa fue la razón por la que el Papa Francisco envió como visitador a José de Elizalde acompañado de una monja benedictina. «La visita no estuvo buena porque encontraron muchas irregularidades», entre las cuales mencionó el manejo financiero a cargo del esposo de María Livia.
Ossola dijo que la denuncia fue una aberración total de la que cree «no hay retorno. Imagínense decir que monseñor Cargnello las había golpeado, entonces qué decía la gente ‘a la hoguera'», enfatizó y cuestionó también los titulares periodísticos. E hizo referencia al comunicado de todas las monjas carmelitas del país ratificando la autoridad de los obispos y pidiéndoles a las monjas del convento San Bernardo que replanteen su postura. «Esto nos lleva a rezar a todos, pero también a tener las ideas claras porque se metieron en un berenjenal; de salir de esto, de la violencia de género, de pañuelos verdes, de abrazo al convento, una cosa que ni a un autor de una película de ciencia ficción se le hubiera ocurrido hasta dónde podían llegar, esa es la situación en la que estamos».
Ossola, al final, contó que monseñor Cargnello visitó la parroquia de San Lorenzo a bautizar a una sobrina nieta, y «a pesar que diga que no pasa nada, está echo pomada, por dentro está destruido, lo han destruido, lo han destruido por tantas cosas que han dicho y que siguen diciendo…»
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