En medio de la polémica en torno al cobro de reintegro para los extranjeros que se atiendan en el hospital Pedro Uro, en la Quica y cerca de la frontera con Bolivia , la directora del centro de salud dio a conocer a qué cantidad de pacientes recurrió a la centro de salud durante el 2017 y cuántos provenían del país vecino.
Según los números que informó Fernanda Elias, a cargo del hospital donde trabajan 300 personas y cuenta con 80 camas, el año pasado atendieron a través de la guardia a 28.084 personas, según publicó La Nación. De ese total, 26.001 fueron personas con documento argentino, 1848 de Bolivia y los 235 restantes de otros países. Sin embargo, la titular del Hospital remarcó que el número de argentinos puede ser «engañoso» porque muchos «tienen documento argentino pero son hijos de bolivianos que nacieron en la Argentina pero residen en Bolivia».
Por consultorios externos, fueron atendidos 19.864 personas, 18.269 argentinos y 1595 bolivianos. Elias también graficó la situación al hablar de la cantidad de nacimientos que tuvo el hospital durante el 2017. «El año pasado nacieron 509 bebes, de esos 110 son hijos de bolivianos que vinieron a tener familia a La Quiaca . No son residentes, cruzan el puente y vienen a tener familia de este lado por los beneficios sociales que tienen como la asignación universal por hijo o los planes sociales».
La doctora contó que la situación es algo habitual y que trasciende al tema de la salud: «Todos los días vas a ver personas que cruzan el puente desde Villazón y vienen a estudiar acá».
La funcionaria se mostró apenada por cómo se trata el tema y aseguró que, en ningún momento, el gobierno de Jujuy habló sobre cobrar a los bolivianos. «Lo que se buscó es generar un plan de reintegro o de reciprocidad como ocurre, por ejemplo, con Chile».
Según Elias, la estrategia del gobierno de Gerardo Morales es que aquellas personas que tienen una obra social o que son de otros países, luego de atenderse la obra social o el país de origen se hagan cargo de los gastos generados por la atención. Este pedido es el que rechazó la administración de Evo Morales y tensó las relaciones entre ambos países.
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