El temporal dejó un tendal de problemas en gran parte del Valle de Lerma.
En la zona de Pulares a unos cuatro kilómetros, roturas de techos en las viviendas de 11 familias en el paraje de Peñaflor.
Los caminos de Bella Vista quedaron intransitables. La Municipalidad estaba recorriendo y asistiendo a las familias en toda esa zona.
“No se produjeron evacuados, las familias se asistieron entre ellas. El granizo llegó con fuerza y mucho viento. El sector rural está destruido. El tabaco quedó solo el tallo parada y nada más. Seguimos asistiendo a familias que en algunos casos perdieron sus enseres producto del agua» dijeron funcionarios municipales.
La ruta 33, camino a El Carril quedó anegada. Como nunca, esta última localidad tuvo serios problemas con los desbordes de canales de riego y desagües pluviales, según publicó El Tribuno.
Por la ruta nacional 68, la historia repetida de años de inacción gubernamental. Cortes desde El Carril, pasando por La Merced, y Cerrillos. No se podía transitar cuando había caído la noche en la zona.
Desde Saeta se informaba por redes sociales que los colectivos eran desviados por Rosario de Lerma. Pero en esta ciudad el histórico río que corre por la calle 9 de Julio cada vez que llueve, dejaba sin poder ingresar a la zona céntrica de esta localidad.
El agua llegó a 50 centímetros en algunos sectores de esta arteria rosarina que se anega hace décadas, y ningún funcionario de turno pudo hallarle una solución.
No se reportaron evacuados, ni daños materiales. Solo las calles de varios barrios periféricos estuvieron anegadas hasta bien entrada la madrugada y como es ritual, el agua salía de color marrón por las canillas luego de la tormenta.
Agregue un Comentario