Enviar audios de manera instantánea dejó a la llamada telefónica casi en desuso, o al menos como una opción tras un aviso previo. Especialistas analizaron las razones de quienes “hablan” por esa vía.
Están quienes las aman y quienes las odian, pero lo cierto es que las notas de voz se instalaron como una vía de comunicación en todos los ámbitos de la vida.
Ya sea con fines laborales, para coordinar una salida con amigos, y hasta entre los miembros de una familia o los grupos de Whatsapp de padres, el mensaje de voz casi que reemplazó a la llamada telefónica. O al menos la relegó como una segunda instancia de comunicación, previo aviso vía mensaje.
Para muchos -sobre todo para las nuevas generaciones- la llamada telefónica es vista casi como una invasión a la intimidad del otro. Incluso, hasta puede ser considerada una falta de respeto si se efectúa sin advertir al destinatario que se lo va a llamar.
“Te mando un audio porque es más fácil”: suele ser la frase con la que comienzan muchos mensajes de voz que llegan a través de la mensajería instantánea. ¿Más fácil para quién? ¿Para qué? ¿En relación a qué?
A diferencia de la llamada telefónica, el audio le da al receptor la libertad de escucharlo cuando desea (Getty)
Para el médico psiquiatra y psicoanalista José Eduardo Abadi (MN 44946), la frase (es más fácil) “en lugar de facilitar las cosas evita algo que alguna gente tiene como inhibición, que es el acercarse, mostrarse, recibir”. “Los mensajes de voz forman parte de una comunicación en la que parece que estamos cerca, es espontánea, pero hay junto con esto una cierta distancia o lejanía que afecta, desde mi mirada, un aspecto de la relación que es la intimidad”, analizó el especialista consultado por Infobae. Y agregó: “Se pone en juego un carácter emocional distinto al llamar o mandar audio”.
Y si bien reconoció que el motivo social o políticamente correcto que se esgrime al mandar un audio -en vez de llamar por teléfono- es “supuestamente cuidar al otro, no invadirlo, pedirle permiso para comunicarse”, el psiquiatra consideró que más que eso, “se trata de tener la seguridad de que el otro quiere recibir mi mensaje, quiere saber de mí, algo así como una garantía de aceptación”.
En la misma línea, el doctor en Psicología y docente Flavio Calvo (MN 66.869) opinó que uno de los factores que contribuye a la popularidad de los mensajes de voz por sobre las llamadas “es la conveniencia y eficiencia que ofrecen”. “Las notas de voz permiten optimizar el tiempo, ya que puede grabarse un mensaje rápidamente en lugar de tener una conversación telefónica prolongada -analizó-. Además, brindan la libertad de enviar el mensaje en el momento que se prefiera, sin la necesidad de coordinar horarios o interrumpir a la otra persona en un momento inoportuno”.
Cuáles son los tres factores que llevan a las personas a preferir un mensaje de audio, según los expertos
Algunas personas experimentan ansiedad por el sólo hecho de tener que hacer una llamada telefónica (Getty)
1- Permite tener control de la situación
En opinión de Abadi, “una de las cosas que se buscan con el audio es mayor control de la situación”. “Sé lo que voy a decir, puedo corregir antes de enviarlo, puedo decirlo del modo que más útil me parezca, según el objetivo que persiga con mi mensaje, por ejemplo”, consideró.
Con este punto de vista coincidió Calvo, para quien “los mensajes de audio sirven muchas veces para practicar roles, y poder ‘filtrar’ lo que se dice para ser más asertivos; muchos aprovechan estas oportunidades para una comunicación más efectiva”.
Asimismo, para la coach experta en Programación Neurolingüística (PNL) Anna Flores, “mientras que una llamada telefónica tiene una inmediatez y una urgencia que empujan a las personas a un ida y vuelta instantáneo, con una nota de voz se puede elegir cuándo escuchar y cuándo responder”.
Según los expertos, no sólo los jóvenes prefieren los audios a las llamadas (Freepik)
2- Garantiza poder completar ideas sin interrupciones
Calvo observó que “a muchas personas las llamadas les producen la molestia de tener que interactuar con un otro, mientras que un audio brinda una especie de ‘seguridad’ de hablar sin ser interrumpidos”.
“El fenómeno de los audios, más allá de ser un recurso que nos va muy bien para optimizar el tiempo, evidencia que cada vez somos más individualistas y que nos centramos más en nuestro mensaje y lo que queremos transmitir, cuándo y cómo queramos, que en realmente escuchar a la otra persona de forma directa, atenta y consciente”, dijo Flores al diario ABC.
Para Abadi, este tipo de comunicación tiene una «aparente cercanía, inmediatez y velocidad del mensaje» que puede crear «un cierto aislamiento en lo que son los vínculos” /Justin Lane
3- Posibilita esconder emociones, si así se quiere
En opinión de Flores, “enviar un audio proporciona la seguridad de que la persona se expresa de acuerdo con lo que quiere transmitir e incluso poder ensayar la voz para hacerlo y mostrar si es necesario su mejor versión o esconder el estado emocional, si así lo desea”.
Y tras asegurar que “un audio da la confianza que una llamada podría poner en peligro al tener que responder al interlocutor en directo”, la experta consideró preferir esa vía de comunicación como “un acto de egocentrismo, que permite enfocarse en lo que cada uno quiere decir sin pensar en la repercusión en la persona que lo recibe”.
En el fondo, ¿es un gran problema de comunicación?
La opción de poder acelerar el audio, aún intensifica más esta tendencia (Getty)
Todo esto, para Calvo, “en un punto evidencia problemas que como sociedad se están teniendo a la hora de la comunicación”. “No me gusta que mi mensaje sea interrumpido o cuestionado, y por eso es más fácil enviar un audio”, observó. Al tiempo que remarcó que “por otro lado, a la hora de recibirlos se ponen en x2 porque se piensa más en el propio tiempo personal que en la persona que lo envió”.
Es que desde que en 2021 WhatsApp actualizó su aplicación y permitió aumentar la velocidad de los audios recibidos, salvo exactos momentos o con determinadas personas, la mayoría de las personas acelera el mensaje, lo que en el fondo lleva a que se pierda la esencia del mensaje, que suelen ser la entonación o las pausas.
Sobre el cierre, Abadi analizó que “otro punto importante de este tipo de mensajes es que generan una aparente cercanía o ‘limpieza’ de la comunicación, cuando en el fondo lo que hacen es generar una cierta distancia que hace que la comunicación parezca normal”. A su entender, esto “le quita algo que hace a la comunicación más íntima, que es lo espontáneo, lo que surge y no se pensaba decir: la idea de la presencia del otro a través de la voz”.
La posibilidad de enviar mensajes de audio de manera instantánea casi que dejó a la llamada telefónica como una opción en desuso (Getty)
Y si bien reconoció que “esto no quiere decir que el recurso no sea útil”, el psiquiatra remarcó que “la utilidad no tiene que ser confundida con que es lo mismo que la comunicación persona a persona”.
Para él, este tipo de comunicación “se viste de cierta actitud defensiva, que tiene que ver con preferir estar solo” y está estrechamente relacionado con “las relaciones actuales como síntoma, en las que detrás de la aparente cercanía, inmediatez y velocidad del mensaje se crea un cierto aislamiento en lo que son los vínculos, que terminan por afectar la riqueza de los lazos”.
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