La Vicepresidenta reapareció en un acto en Avellaneda tras la condena en su contra en la causa Vialidad. Cuestionó la sentencia de la Corte que restituye fondos coparticipables a la Ciudad.
«No es nueva esa estrategia de proscripción, la comenzaron a pergeñar el día siguiente al 9 de diciembre que nos despedimos en la Plaza y empezamos a cantar ‘Volveremos'», agregó.
Con un discurso muy encendido, y enfocado en menos de media hora en un embate constante a la Corte Suprema y el Poder Judicial, Cristina Kirchner reapareció este martes en público tras su anuncio de principios de mes de no postularse «a nada» el año próximo, y aseguró que no se definió por un «renunciamiento» o una «autoexclusión», sino que hubo una «proscripción» que comenzaron a pergeñar al día siguiente del 9 de diciembre» del 2015, en su último día como presidenta.
«Vamos a hablar clarito, porque soy peruca y hablamos clarito. Desde un lado empezaron a hablar del renunciamiento de Cristina, después otros diarios que hablan de la autoexclusión. El único renunciamiento que tuvo el peronismo fue el de Eva Perón, y acá tampoco hay autoexclusión. Vamos a hablar clarito: acá hay proscripción», aseguró en Avellaneda la ex Presidenta, que tuvo que frenar el cántico de la militancia, que pidió otra vez por su candidatura.
Es que, en su última reaparición, horas después de que el Tribunal Oral Federal 2 la condenara a seis años de prisión y a la inhabilitación perpetua en el marco del juicio de Vialidad, la Vicepresidenta, visiblemente ofuscada, anunció que en el 2023 no sería «candidata a nada», una decisión prematura que desconcertó al Frente de Todos, en especial en territorio bonaerense, y abrió un sinfín de especulaciones electorales.
En ese sentido, Cristina Kirchner buscó este martes, en el corazón del Gran Buenos Aires, resaltar el concepto de «proscripción», y pidió a la dirigencia «salir a hablar y explicar»: «No estemos mirando los peronistas para que alguien baje mágicamente a decirnos qué es lo que hay que hacer», remarcó.
«Es un acto de disciplinamiento para que nadie se vuelva a animar a tanto», dijo en alusión al proceso judicial que terminó con el veredicto de principios de mes.
El acto tuvo lugar en la inauguración del polideportivo Diego Maradona, en Avellaneda, un distrito muy amigable para la ex Presidenta: se subió al escenario junto al anfitrión, Jorge Ferraresi, y el gobernador Axel Kicillof, que la antecedió en el discurso y que introdujo el debate público en torno a la coparticipación, que la Vicepresidenta tomó para plantear serios cuestionamientos a la Corte.
Antes, el gobernador se ubicó al frente del operativo clamor que, puertas adentro del peronismo, sigue latente: «Te necesitamos», le imploró.
«Sin embargo, la Corte hizo caso omiso de la ley. Ahora se suspende una ley, una cosa insólita, solo el Congreso puede hacerlo», opinó la Vicepresidenta sobre la coparticipación.
En el microestadio Héctor Enrique -ex campeón del mundo ’86-, que no permitió el acceso a los medios, se ubicaron en las primeras filas dirigentes identificados con el kirchnerismo: legisladores, funcionarios nacionales y bonaerenses, sindicalistas e intendentes como Andrés Larroque, Eduardo «Wado» de Pedro, María Teresa García, Cristina Álvarez Rodríguez, Mayra Mendoza, Carlos Castagneto, Walter Correa, Juan Martín Mena y Cecilia Moreau, entre otros.
«Créanme que este Partido Judicial está influyendo sobre la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas. Hay que despabilarse, argentinos y argentinas», reclamó la ex Presidenta, que aprovechó para cargar contra Horacio Rodríguez Larreta -«seguramente va a ser el candidato de la oposición», aventuró- y, en particular, contra la Corte tras el fallo que le ordenó al Gobierno empezar a pagarle parte de la coparticipación que le recortó en septiembre del 2020, y que provocó una andanada de críticas por parte de Alberto Fernández y de los gobernadores.
Cristina se refirió al decreto con el que Mauricio Macri aumentó la coparticipación a la Ciudad durante su gobierno -pasó del 1,4% al 3,75% primero y al 3,5% después-, aseguró que «la Corte hizo caso omiso a una ley del Congreso» y comparó el presupuesto porteño con el de Avellaneda o Quilmes.
«Es como que si vos estás jugando un partido y el árbitro te bombea, y no le cobra nada, esto es lo que está pasando. Necesitamos que vuelva a haber un árbitro en serio del Poder Judicial en la Argentina que aplique el derecho, y que tenga garantía para todos los ciudadanos y ciudadanas de que todos son iguales ante la ley. Esto no existe y es grave», tiró la ex Presidenta, que aludió a un «estado paralelo» y a «mafias» comparables a la última dictadura.
Pidió, en ese contexto, una marcha para el próximo 24 de marzo bajo la consigna «Argentina y democracia sin mafias». Y habló «del miedo» como «disciplinador de la dirigencia política».
Fue en ese momento en el que se permitió, al pasar y con más elegancia que en el resto del monólogo, dedicarle una crítica a la Casa Rosada. Habló de la «agrupación política amague y recule permanente», algo «anecdótico» según ella, pero recordó su discurso de fin de año del 2020, en La Plata, cuando mandó a que «busquen otro laburo» a los funcionarios nacionales «que no se animen».
Las palabras de Cristina Kirchner se dieron horas después de que el Presidente, tras anunciar que el fallo de la Corte de coparticipación junto a 14 gobernadores era de «imposible cumplimiento», definiera este lunes hacer lugar a la resolución del tribunal a través del pago a la Ciudad con bonos del tesoro.
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