Automovilistas y camioneros peregrinan por nafta y diésel. Ante la falta en YPF, la gente carga en Refinor, Shell y Axion.
Son como varios planos de un multiverso en donde se siguen viendo filas de automovilistas en las estaciones de servicio en donde hay nafta, un Gobierno nacional emitiendo comunicados donde aseguran que todo se normalizará en unos días, un desabastecimiento que se metió en el balotaje y el interior de Salta en donde parece que se vive en el futuro, al menos con los precios.
Ayer seguían las colas de los salteños y turistas que rondaban por la ciudad, como animales de caza, comunicándose por medio de los mismos grupos de WhatsApp creados para sortear los controles de alcoholemia. Así es que se sabía a dónde llegan los camiones, a qué hora comienzan a expender, tamaño de la fila y qué clase de combustible había disponible. Pocas veces aflora la solidaridad.
Precios
Durante toda la mañana no hubo combustibles disponibles en las estaciones de servicio de YPF, por lo que las colas kilométricas de automóviles se vieron en las Refinor, Axion y Shell; el precio que se tuvo que pagar fue alto. En el comparativo, para la ciudad de Salta, la nafta súper cuesta 293 pesos el litro en las YPF, mientras que en Shell se va a $355, en Refinor $352 y en Axion $318. Las estaciones naranjas, rojas y verdes hicieron su primavera en la mañana de ayer.
Lo mismo con el gasoil que se denomina diesel 500 que en las YPF se vende a 313 pesos. En Shell llega a $389,8; en Refinor a $388,5; y en Axion a $363,5. La diferencias entre los valores premium son superiores.
En el interior de la provincia se vive otra realidad en donde los precios son superiores y de alguna manera anticipan lo que se vendrá cuando llegue a su fin el congelamiento de precios electoral que vence mañana 31 de octubre. En Santa Victoria Este el litro de nafta súper se vende a 520 pesos. Habrá que ver a cuánto llegará cuando se actualicen los precios el 1 de noviembre.
Somos un pueblo que vive en estado de paranoia. Nadie está exento de salir corriendo a comprar cosas por una pandemia, por unas elecciones PASO o por una segunda vuelta. Es tan volátil la economía argentina que si llueve o no en la Pampa condiciona los precios de Salta.
Combustible
Las primeras estaciones de servicio YPF que comenzaron a recibir los combustibles fueron las del sur de la provincia. En Rosario de la Frontera llegaron ayer temprano los camiones cisterna y las colas comenzaron a armarse; el mismo fenómeno sucedió en Metán. Antes del mediodía ya había stock en las estaciones de servicios de la zona norte de la ciudad y las largas filas de automovilistas soportaban el calor de una jornada agobiante. Luego se extendió el expendio a la zona sur y toda la ciudad.
En medio de esta realidad, lectores le contaron a este diario que había gente en las estaciones de servicio vendiendo turnos para cargar nafta, picardía bien argentina.
Como todo tiene que ver con todo, aquellas personas que antes cargaban de hasta 5 mil pesos por cada vez que pasaban por los surtidores, ahora quieren llenar el tanque a fin de mes, por el desabastecimiento. Eso también castiga los stocks de los estacioneros.
Se debe decir que en ese juego entró el Gobierno, ya que el mismo ministro de Economía, Sergio Massa, en respuesta al fantasma del desabastecimiento, desde San Miguel de Tucumán, defendió la política energética y petrolera del gobierno e intimó a las empresas petroleras a que solucionen de inmediato la escasez de combustibles que aqueja a todo el país.
En tanto que, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) aseguraron que se transita «un sendero hacia el normal abastecimiento de combustibles» y planteó la necesidad de evitar la «catarsis colectiva» en las estaciones.
Sin embargo, al menos en Salta, la falta de confianza sigue incitando a los conductores a pelearse por un lugar en la eternas colas de los surtidores.
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